Cientos de aficionados se dieron cita, finalmente, en Tordesillas este martes 13, en un encierro que sustituía al polémico torneo del Toro De la Vega, y que transcurrió en cauces normales, sin incidentes, como celebró a su término el Ayuntamiento de este municipio vallisoletano.

El encierro del toro “Manjar”, de 560 kilos, se celebró sin hostigamiento al animal, y sin clavarle divisas, tal y como exigió el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, paralizando cautelarmente la celebración del torneo según el nuevo reglamento aprobado por el Ayuntamiento, a consecuencia de un recurso del Partido Animalista, PACMA.

El evento se celebró como “festejo taurino tradicional”, y el Ayuntamiento insiste en la “legalidad de la nueva ordenanza”, añadiendo que esta paralización cautelar se debe a la “presión popular y mediática”.

Toro de la Vega: Vuelve, pero como un festejo taurino tradicional

Tras dos años de ausencia a causa de la pandemia, Tordesillas recuperó, por tanto, su Toro de la Vega, pero como “festejo taurino tradicional”, es decir, un encierro, como en otros tantos municipios, que se celebró entre la Plaza Mayor de Tordesillas y la vega del río Duero, donde pudieron verse “los escasos recortes de algunos participantes”, según señala el Ayuntamiento en su comunicado. Si bien, “el ejemplar mostró en todo momento su bravura, rapidez y juventud”, a pesar de que, como marca la legislación, el ejemplar fue despuntado de sus cuernos.

“Tordesillas una vez más ha dado cuenta de que es un pueblo comprometido con hacer cumplir las normas”, afirma el alcalde, Miguel Ángel Oliveira.

“Pese a que este año se había elaborado un nuevo articulado acorde a la ley, la presión popular y mediática ha llevado a su paralización. Nuestra propuesta estaba avalada por veterinarios y especialistas en la materia donde en ningún momento se planteaba la muerte del animal en público. Esto vuelve a ser otro ataque al medio rural, a nuestras tradiciones y al mundo de la tauromaquia en general”, concluye.