Hecho inaudito el que ha ocurrido en las últimas horas en Valencia. PP y Vox han perdido una votación para frenar una moción de la izquierda sobre la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) por ausentarse del pleno para irse a almorzar.

La derecha y la ultraderecha rubricaba el acuerdo en la ciudad del Turia y a las primeras de cambio se ha topado con una victoria del bloque progresista, pese a ser minoría en el hemiciclo. ¿Cómo ha sido posible, si sobre el papel las cuentas no salen? Sencillamente, porque en el momento de la votación varios concejales de los populares y la formación que a nivel nacional lidera Santiago Abascal se encontraban fuera del hemiciclo; aunque también lo estaba el ex alcalde Joan Ribó.

De esta manera, Compromís y el PSPV daban la vuelta a la mayoría conservadora para jugar con la calculadora a su favor y sacar adelante la iniciativa que habían llevado a pleno los socialistas.

Un ejercicio de pillería

Para lograrlo, el PSOE valenciano tiró un poco de pillería y aprovechó que algunos concejales de PP y Vox, entre los que se incluye la alcaldesa María José Català, estaban fueran, para renunciar a su turno de réplica y saltar directamente a la votación.

Cabe destacar que el bloque de derecha y extrema derecha había perdido ya una votación por el mismo motivo, encontrándose con 12 votos en contra y 8 a favor. Por su parte, la propuesta de bajas emisiones salió adelante por la mínima con un apoyo de diferencia (12 a favor y 11 en contra).

Después del acuerdo que los populares y la ultraderecha firmaron la semana pasada, la mayoría en el hemiciclo es suya, aunque no ha resultado sinónimo de victoria en este caso. Así, PP y Vox cuenta con 17 miembros entre sus filas (13 de la primera formación y cuatro de la segunda), mientras que la oposición queda en 16 con los nueve de Compromís y los siete del PSPV.

Risas en la oposición

La reacción por parte de la oposición no se hizo esperar y las risas se convirtieron en el constante en redes sociales. La portavoz del PSPV en el Ayuntamiento valenciano, Sandra Gómez, celebró en X -antiguo Twitter- que la moción sobre la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) fuera una realidad. “Los hemos pillado comiendo, pero bendecido comer si eso obliga al gobierno a controlar la contaminación de nuestra ciudad gracias a nuestra moción”, emplazaba.

Por su parte, Compromís apelaba a la ironía. El partido empleó la máxima de que una imagen vale más que mil palabras y subió una foto con la iconografía del movimiento antifascista repleta de canapés.

Fuera de la política, la antigua red del pájaro azul se ha llenado de memes y comentarios en tono de sorna por el que algunos ya califican como “el pacto de los canapés”.

Iniciativa del PSPV sobre Bajas Emisiones

El texto del grupo socialista apunta que el Consistorio asumirá “los resultados de las investigaciones del Grupo de Investigación de Tecnologías de la Información contra el Cambio Climático (ICTvcCC) de la Universitat Politècnica de València, así como del proyecto AirLuisa, para la toma de decisiones en el diseño de la ZBE de Valencia y de sus ordenanzas, por su rigor científico y para alcanzar los 600 puntos por término medio delante de los 6 del Ayuntamiento”.

En la misma línea, salió a favor “definir y determinar las características de una ZBE de Valencia de acuerdo con la realidad de contaminación de la ciudad y los objetivos de la ley 7/2021, del 20 de mayo, de cambio climático y transición energética”, y también “del Real Decreto 1052/2022, de 27 de diciembre, que mejore de manera efectiva la calidad del aire actual y mitigue el cambio climático”.

Acuerdo PP-Vox en Valencia

PP y Vox sellaban el acuerdo mediterráneo el pasado viernes entre críticas al PSOE de Pedro Sánchez por su negociaciones con Junts (esto fue antes de que los socialistas y Sumar pactaran el documento que aseguraba los votos de la formación magenta a una investidura del secretario general de los socialistas). Los populares justificaron sus pactos con la extrema derecha porque dotaba de “estabilidad” a la localidad, mientras que a nivel nacional piden al presidente en funciones la convocatoria de elecciones.

No es el único territorio en el que se ha consumado, o podría, el acercamiento del PP a los ultras. Así, además de las comunidades autónomas en las que los de Abascal han entrado por primera vez en un Ejecutivo se suman municipios importantes como Valencia, Sevilla -donde Vox presiona para que se repita la imagen con el gobierno en minoría del PP- o Mijas, donde el gobierno ha salido adelante con una moción de censura con un caso de transfuguismo.