La derecha no está en sus mejores momentos. Especialmente el Partido Popular. Si Alfonso Fernández Mañueco convocó el pasado mes de diciembre elecciones anticipadas en Castilla y León con el propósito de alcanzar la mayoría absoluta y gobernar en solitario, las encuestas dibujan un escenario de lo más alejado de ello. A nivel nacional el partido de Pablo Casado tampoco vive su mejor situación, sobre todo, después de que el voto de uno de sus diputados permitiera convalidar la reforma laboral del Gobierno.

Mañueco, tras salir perjudicado del primer debate electoral el pasado lunes en el que le llovieron ‘bofetadas’ de todos los lados -especialmente por los casos de corrupción que salpican al partido autonómico-, busca en Rajoy y Aznar un apoyo en su campaña electoral. Al tiempo, los sondeos demoscópicos no le vaticinan los resultados que esperaba. El último electopanel que publicará la web especializada Electomanía sigue señalando su estancamiento, muy lejos de los 41 procuradores que le permitan gobernar en solitario.

Vox se alzaría como el tercer partido más votado, mientras que el PSOE se quedaría como segunda fuerza, pero en la oposición una vez más. Mañueco podría seguir en la Junta si busca apoyos en Vox, con quien podría sumar los 41 procuradores que marcan la mayoría. Si hace esto, sería el primer Gobierno de España con la ultraderecha en su seno. 

Por su parte, la izquierda lo tendría complicado para formar gobierno. La bajada en más de cinco escaños del PSOE respecto a 2019, cuando consiguió 35 procuradores, sería la causa de no poder sumar con las demás fuerzas. Unidas Podemos y UPL se quedarían con tres procuradores ambos, mientras que Ciudadanos no consigue levantar cabeza y se quedaría muy por debajo en los resultados, incluso por debajo de Soria ¡Ya! y de Vía Burgalesa-España Vaciada.

Sánchez y el sanchismo, protagonistas en Castilla y León

Aunque se trata de unas elecciones autonómicas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya estuvo muy presente en la precampaña, y lo sigue estando durante la campaña. Aunque sí ha estado en varios actos con el líder socialista de Castilla y León, Luis Tudanca, y se le espera en otros, ha estado en más actos del PP. Pero no presencialmente, sino invocado por las filas populares. Tanto Mañueco como Casado no han dejado de mencionar a Sánchez en sus actos e, incluso, en el primer debate electoral, el organizado por RTVE, resultando uno de los protagonistas.

Fueron innumerables las veces que Mañueco mencionó al presidente del Gobierno en el debate que se celebró el pasado lunes. Fue tal su insistencia que Tudanca tuvo que reclamarle que hablara de Castilla y León. A la espera, el siguiente y último debate: el próximo miércoles 9 de febrero en la Televisión de Castilla y León.

Casado no ha sido menos entre sus polémicas visitas al campo para cargar contra el ministro de Consumo, Alberto Garzón, en particular, y en general contra el Gobierno de Sánchez. Lo más surrealista es que su partido acaba de tener la llave para la aprobación de la reforma laboral. El diputado del PP Alberto Casero firmó con su ‘sí’ la convalidación de la medida estrella de Yolanda Díaz, aunque desde el PP han intentado solventarlo apuntando a un “fallo informático”.