En plena campaña electoral de Castilla y León, los resultados a nivel nacional para el Partido Popular que ofrecen las encuestas no son buenos. Lo vivido en el Congreso de los Diputados el pasado jueves con la votación de la reforma laboral, que consiguió salir adelante gracias al voto a favor de un diputado popular, puede afectar todavía más a la marca del PP de Pablo Casado.

El último electopanel que publicará la web especializada Electomanía, señala que el PP estaría a punto de ser adelantado por la ultraderecha, con solamente dos diputados de diferencia. Este sondeo también señala la victoria del PSOE en unas hipotéticas elecciones generales, aunque el dato más significativo es el impresionante aumento de la ultraderecha, que quedaría a solamente dos diputados de igualar al PP y a poco más de diez de alcanzar a los socialistas.

El PP se ha enfangado en varias cuestiones en las últimas semanas y puede que su insistencia en determinados temas, y la difusión de bulos y medias verdades, le pase factura. A la guerra interna que vivió su máximo esplendor hace algunos meses entre Casado y Ayuso por el liderazgo del PP de Madrid, se une la insistencia del líder popular en las últimas semanas con los ganaderos, aunque, eso sí, defendiendo las macrogranjas.

Desde las filas del PP se han buscado minucias por las que criticar al ministro de Consumo, Alberto Garzón, y, de paso, hacer campaña en Castilla y León por los agricultores y ganaderos. Casado ha posado delante de ganaderías para cargar contra la izquierda, al tiempo que dejaba evidencia de sus pocos conocimientos sobre el campo. Mientras, desde las filas de Vox han protagonizado comentados momentos que, según las encuestas, podrían darle un impulso en el Congreso y dejar muy atrás sus 52 diputados actuales. Su visita a León vestidos de ‘pueblerinos’ ha sido una de las estampas más comentadas. Conviene mencionar también al candidato que han escogido para la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, de quien salieron a la luz sus comentarios homófobos, machistas y racistas.

Para añadir más leña al fuego, el diputado del PP por Cáceres en el Congreso, Alberto Casero, protagonizó este jueves el momento más esperpéntico de la Cámara Baja, confundiéndose en la orientación de su voto en la reforma laboral y permitiendo con ello su aprobación, después de que los dos diputados de UPN rompieran la disciplina de voto de su partido y optaran por el ‘no’ a la reforma laboral que el Gobierno consensuó con patronal y sindicatos. De no ser por Casero, la reforma liderada por Yolanda Díaz no hubiera conseguido los apoyos suficientes para su aprobación.