Francisco Igea puso en duros aprietos a Alfonso Fernández Mañueco durante el debate electoral del pasado lunes. El exvicepresidente de la Junta de Castilla y León no sólo se valió de argumentos puramente políticos, del buen hacer, a su juicio, de Ciudadanos durante estos dos años que ha estado en el Gobierno de la Junta, sino que ha obligado a su ex socio a explicar una reunión con un emisario de una empresa que no publicó en su agenda y que está a punto de licitarse un contrato de 800 millones de euros para el transporte sanitario.

En fechas recientes, según la versión del candidato de Ciudadanos, el consejero de Sanidad de la Junta, Alejandro Vázquez, mantuvo un encuentro con un representante de la firma Amuibérica. Se trata de una de las “grandes empresas” que ya cuenta con un concierto con la región, ya que presta transporte sanitario urgente y no urgente en la mayoría del territorio castellano y leonés.

En el fragor del debate, el liberal exigió a Mañueco que aclarara si se produjo la mencionada reunión cuando está a punto de licitarse un contrato de 800 millones de euros. Igea subrayó la “importancia” de este encuentro porque el código ético obliga a recoger estos encuentros en las agendas oficiales. “Especialmente estas”, matizó el dirigente territorial de Ciudadanos al tiempo que enarbolaba la bandera de la “transparencia”.

Encuentro confirmado

 Mañueco, acorralado, respondió al que fuera su vicepresidente, negando la existencia de “proceso de licitación” abierto. De esta manera, según la versión del jefe del Ejecutivo regional, la empresa Ambuibérica no es una adjudicataria potencial. No obstante, remitió las explicaciones a su consejero de Sanidad.

Con posterioridad, Vázquez admitió que la reunión sí tuvo lugar, aunque se limitó a quitar hierro al asunto de que no estuviera agendada. El titular de Sanidad aseguró que en el encuentro se abordaron las “carencias y problemas” en el servicio y se le instó a una mejora de sus prestaciones. Las Cortes de Castilla y León aprobaron hace unos meses una moción para auditar la calidad del servicio que oferta Ambuibérica.

Y es que desde octubre de 2019, los altos cargos de Castilla y León están obligados a publicar las actas y las reuniones de trabajo públicas “con expresa indicación de su objetivo”. No obstante, recogen una “salvedad” que se haría efectiva “cuando los intereses de la Comunidad lo aconsejen y, en consecuencia, la publicidad podrá sustituirse por la comunicación en al Consejo de Gobierno”.

Material para la izquierda

Con este asunto, Igea sirvió en bandeja a la izquierda la cabeza de Mañueco en el debate. PSOE y Podemos, que tienen la corrupción del Partido Popular en la región como uno de los ejes de su campaña, aprovecharon este asunto para introducir la tesis de que el presidente de la Junta adelantó los comicios para dar esquinazo al temido calendario judicial.

El candidato socialista, Luis Tudanca, a modo de sarcasmo, argumentó que no tienen que imaginarse ni ser “mal pensados” sobre las reuniones “inconfesables” del PP con los “empresarios” y “sus amigos”, dado que es el pan nuestro de cada día durante estos últimos 35 años. El líder de la oposición deslizó que el fin último de los conservadores es “hacer negocio” con la Sanidad Pública. Por su parte, Pablo Fernández, cabeza de lista de Unidas Podemos, cree que la corrupción tiene a Mañueco “acorralado”: “Tiene un elefante en la habitación”.