El sentido común dicta que el presidente de una región que sufrió una catástrofe como la DANA del 29 de octubre debería, como mínimo, arrepentirse de no haber cambiado ni un ápice su agenda el día de la tragedia. Este no es el caso de Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, o al menos no lo parece tras su discurso en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) del pasado miércoles. El president presumió en Madrid del certificado de turismo sostenible que recogió mientras la AEMET ya catalogaba el riesgo de inundación como “extremo” en algunas comarcas valencianas.

La Comunidad Valenciana es “la primera región en ser certificada como destino turístico sostenible, nada menos que por Aenor”, todo un reconocimiento para un líder regional que quiere apoyarse “en el turismo como motor de recuperación”. Así presumió de galones Mazón ante el público de IFEMA, donde tuvo su pequeño lapsus hablando sobre las mentiras. El acto en el que el president recogió este certificado del que presume, fue uno de los tres que le mantuvieron ocupado la mañana del pasado martes 29 de octubre, mientras las lluvias ya desbordaban barrancos.

La mañana del 29 de octubre de la que presume Mazón

Fue concretamente a las 10:45 horas, después de presidir el Pleno del Consell y a escasos minutos de que la Confederación Hidrográfica del Júcar anunciara el desbordamiento de varios barrancos. Esto no impidió que Mazón recibiera orgulloso el certificado de la estrategia de sostenibilidad turística por parta de la Agencia Española de Normalización (Aenor) en el Palau de la Generalitat. En el acto estuvieron también Rafael García, CEO de Aenor, y Nuria Montes, la consellera de Turismo que sería cesada semanas después por enfrentarse a los familiares de las víctimas de la DANA.

Como presagio de lo que estaba ocurriendo fuera del Palau, el acto comenzó con unos minutos de retraso porque varios asistentes tuvieron problemas para llegar a Valencia debido a las lluvias. Después de tomarse una divertida fotografía al más puro estilo Rafa Nadal, mordiendo el diploma y dejando clara su poca preocupación por otros asuntos que pudieran alterar un día normal, Mazón abandonó el Palau y se trasladó a la dirección general de Salud Pública. Simultáneamente, al mediodía, la Aemet mantenía la alerta roja en su último parte, y advertía sobre el riesgo que corría el barranco del Poyo, que más tarde se llevaría por delante más de 200 vidas humanas. Mazón mientras presentaba la Estrategia de Salud Digital de la Comunidad Valenciana junto al conseller de Sanidad, Marciano Gómez.

Unas horas más tarde, después de mantener otra reunión en el Palau de la Generalitat, el president publicaba en X que “se espera que en torno a las 18.00 horas [el temporal] disminuya su intensidad en todo el resto de la Comunitat Valenciana”, mensaje que fue borrado posteriormente. Alrededor de las 15:00 horas, mientras Mazón mantenía su fatídica comida en ‘El Ventorro’, À Punt -la televisión autonómica que negociaba con Maribel Villaplana- informaba del riesgo máximo de inundaciones y rogaba a la gente que no saliera de sus casas. Veinte minutos más tarde, Utiel se inundaba, momento en el que la consellera de Interior, Salomé Pradas, convocó el Cecopi al que Mazón no llegó hasta pasadas las 19:00 horas.

Mazón, tras presumir del certificado, sobre las mentiras: "Yo se de eso"

Casi tres meses más tarde del día de la tragedia, la autocrítica no ha llegado por parte de Carlos Mazón. Más allá de cesar a varios cargos relacionados con la gestión de la DANA, entre ellos Pradas y Montes, el president no solo no ha asumido su responsabilidad -como mínimo- política en lo ocurrido, sino que se atreve a sacar pecho por lo que recibió aquel 29 de octubre: “Esto no se regala, hay que ser sostenible de verdad y saber compatibilizar el crecimiento con el medioambiente para tener una certificación que nos la hemos ganado a pulso y que nos va a ayudar mucho a captar más clientes, mejores turistas, mejores conexiones en nuestras reuniones profesionales que vamos a desarrollar a partir de esta mañana”, decía en Fitur.

El líder del Ejecutivo valenciano no solo llamó la atención del público de IFEMA con su defensa del “turismo sin complejos y sostenible”. Mazón dejó otro comentado momento en el que, quizás, su subconsciente tuvo la valentía de mostrar esa sinceridad de la que carecen sus actos. En medio de su ataque al presidente del Gobierno por desplazarse a Valencia para presidir la reunión sobre el estado de los municipios afectados, el president dejó esta frase sobre las mentiras: “Una mentira, por muy bien contada, y yo sé de eso, solo acaba siendo una mentira antes o después”.

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