La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, demostraba esta semana por enésima vez su predilección por la tauromaquia anunciando que destinaría 40 millones de euros para “rehabilitar y modernizar” la plaza de Las Ventas, una intención que choca frontalmente con el abandono de los servicios públicos que lamentan muchos madrileños, algunos de ellos especialistas de la Sanidad y Educación.
Más allá de la importancia electoral que la lideresa regional sabe que tiene la tauromaquia en su electorado, que disputa en buena parte con Vox, es conocedora de que el anuncio llega en un momento determinante en su finalidad de chocar frontalmente con el Gobierno de España.
En este sentido, hay que remontarse al pasado mes de enero, cuando la lideresa regional presentó el Premio Nacional de Tauromaquia, retando con la decisión al ministerio de Cultura, de Ernest Urtasun, quien lo había suspendido meses atrás.
Poco menos que en paralelo llegó la presentación de la Feria de San Isidro, con Victoria Federica como imagen. Con una contratación de la que la región no dio más detalles a este periódico, el aquel evento estuvo marcado por la mención especial a Juan Carlos I. “A tu abuelo se le echa mucho de menos en esta plaza y en Madrid se le quiere mucho”, dijo la baronesa dirigiéndose a la nieta del rey emérito.
Frente a la disputa a causa del galardón taurino, Ayuso acusó de “sectaria” la fundación de Moncloa frente a la vida “a la madrileña” que ella promueve. “La libertad también es una tarde en una plaza de toros”, consideró.
Una prioridad para la presidenta
El equipo de la Comunidad de Madrid nunca ha escondido su prioridad por la tauromaquia desde que la actual presidenta llegara a la Puerta del Sol. Un buen reflejo de ello son los presupuestos de 2025, en los que la cultura ha pasado claramente a un segundo plano frente a la festividad taurina.
En concreto, el ejercicio de la región ‘popular’ refleja una bajada de 450.000 euros en las ayudas a los Museos Nacionales -concretamente al Prado, el Reina Sofía y el Thyssen- frente a los 1,7 millones de euros que recibe la fundación Toro de Lidia.
Cabe destacar que esta fundación taurina siempre resulta una de las más beneficiadas por la administración Ayuso. En 2024 ya recibió 1,5 millones de euros, si bien por aquel entonces se llevó a cabo “a través de la figura del convenio”. De hecho, la consejería llevaría recibiendo fondos públicos desde 2021 para organizar la Fiesta del Toro.
A las críticas, el departamento de Cultura de la región emplazaba en aquel instante que su apuesta no era otra que la de trasladarse de un modelo de subvención con nombres y apellidos a otros en el que se prioricen proyectos concretos. Es el mismo argumento que esgrimió para justificar la eliminación de la subvención nominativa que recibía del Ateneo de Madrid.
Son muchas las lecturas que se pueden hacer del desarrollo de las cuentas públicas en detrimento de puntos cuya mejora sí reclama encarecidamente la ciudadanía. Basta con situarse en esos cerca de dos millones de euros que otorga a la mencionada Fundación y compararla con otras partidas como la enviada a los comercios afectados por las obras de la línea 7B de Metro de San Fernando de Henares, para los que destina medio millón de euros.
Recuperar 'tradiciones' taurinas
En otro orden de cosas, Isabel Díaz Ayuso ha intentado recuperar algunos de los festejos taurinos que no solo han resultado polémicos, sino que fueron prohibidos por el propio Partido Popular. Es el caso del toro embolao -cuya prohibición recurrió Facua-, prohibido de manera expresa bajo el mandato de Alberto Ruiz-Gallardón.
Esto quedaba plasmado a finales de año en un texto compuesto de 61 artículos, 15 más que la normativa original, y que contenía el nuevo calendario de espectáculos taurinos. La actual normativa, que elaboró y aprobó Gallardón cuando accedió a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, certifica que esta práctica y el toro enmaromado -que también aparecía- comportan “maltrato” al animal.
“Se prohíben aquellos espectáculos taurinos que impliquen maltrato a las reses y, especialmente, los espectáculos consistentes en embolsar reses […] y los espectáculos consistentes en atar a las reses con maromas, sogas o de cualquier otra manera”. Así quedó redactado el artículo 3 del decreto 112/1996, pero a Ayuso le dio igual.
PACMA anunció después que recurrirá judicialmente la normativa taurina elaborada por el Ejecutivo de la Puerta del Sol y planteada en sus presupuestos para 2025 “si no se corrige” antes de que obtenga luz verde definitiva. La formación animalista tildaba de “despropósito” recuperar este festejo que se centra en una práctica habitual en las escuelas taurinas y en la que se ven involucrados hasta menores de edad.