La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, desataba definitivamente su cruzada el pasado viernes contra las lenguas cooficiales en la Conferencia de Presidentes donde, en el momento en que alguno de los representantes de otras comunidades autónomas hablaba en lengua cooficial, ella abandonó el acto. Eso sí, hizo una excepción con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, también del PP.

La lideresa regional despertó una oleada de indignación con su acción, y también ha provocado pullas y recordatorios por parte de mucha gente, entre ellos Gabriel Rufián. Siempre activo en redes sociales, el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), tiró de hemeroteca para retratar a la responsable de Sol.

Al catalán le bastó una palabra, una mención y un tuit antiguo en el que la que quien es ahora de las voces más importantes dentro del partido ensalzaba la misma riqueza lingüística que ahora echa por tierra. Coincidiendo con un acto por la Constitución de su formación, celebraba que los asistentes hablaran en todas las lenguas existentes en nuestro país. “Borra”, emplazaba el portavoz del partido independentista.

No fue el único tuit que destacó a raíz de la pataleta de Ayuso. “A mí el bilingüismo me parece de gran riqueza, pero no en detrimento de la segunda lengua materna más importante del mundo, derecho y deber constitucional de todos los españoles. Pero hablar catalán, gallego, etc. es riqueza cultura, un tesoro”.

Ayuso, protagonista de la Conferencia de Presidentes

Mientras los escándalos persiguen a la presidenta a causa de las muertes en residencias, los fraudes de su novio o el agente de la UCO que habría llamado a matar a los “rojomorados” y que su equipo mantiene fichado por 84.000 euros anuales, la baronesa, en lo que parece el enésimo intento de desviar la atención, emprendió la guerra contra las lenguas cooficiales.

En medio de esa batalla queda un Alberto Núñez Feijóo que parece, de nuevo, desamparado, si bien su entorno trataba de disminuir el impacto y reducir una brecha que después se vería igualmente clara en la manifestación que tuvo lugar el pasado domingo contra Pedro Sánchez (en este caso por el tono adoptado por cada uno de los sectores dentro del PP).

Pero manteniendo el foco en lo acontecido el viernes, fuentes consultadas por ElPlural.com minimizaban la colisión a una mera reivindicación englobada dentro de la estrategia conjunta del partido para el evento. Así las cosas, justificaban ante este periódico que Rueda había hecho “lo contrario” a confrontar con Ayuso; es decir “combatir” lo que el portavoz parlamentario de los ‘populares’ calificó como “parafernalia nacionalista”: “Pudo hablar en otro idioma y ha elegido hablar en el de todos”.

Preguntadas por el inicio de la intervención del presidente de la Xunta, que éste pronunció en gallego, el entorno de Feijóo se limitó a decir que se trató de “un párrafo” para justificar que eligió hablar en castellano: “Es la forma de evidenciar que pudiendo elegir, elige lo normal y no lo que eligen los socialistas e independentistas”.

En el entorno de la presidenta también intentaron cerrar filas en conversación con este medio. “Una cosa es un saludo y otra cosa es un discurso”, decían en primera instancia, y añadían: “Una cosa es el cariño por tu idioma y otra la ridiculez de hablarse con pinganillos en la sala cuando afuera se hablan todos en español”.

Termina contradiciéndose

La presidenta madrileña terminó contradiciéndose, por lo tanto, después de su desplante a las lenguas cooficiales, ya que solamente cargó contra aquellas en las que no gobernaba el PP. Por lo tanto, ‘salvó’ el gallego y el valenciano.

“Para mí es un honor estar en Barcelona y Cataluña, una región en la que he estado en torno a doce veces como presidenta autonómica. Cataluña es España y tengo la responsabilidad y el gusto de estar aquí, pero no tiene sentido que en los pasillos estemos hablando en perfecto español y que luego tenga que ponerme un pinganillo para entenderles en otros idiomas", mantuvo.

Con ese discurso, la responsable conservadora en la región añadió que “solamente se quiere visibilizar cada vez más un estado plurinacional que no somos y también plurilingüe”. “Las lenguas son riqueza cultural de España, pero no pueden ser reducidas a un arma para separarnos y convertirnos en extraños en nuestra propia casa (…) No me parece bien que en el pasillo estoy hablando con la misma en español y luego, cinco minutos después, hablando en otro idioma para escenificar esta separación”, apostilló considerando que, de esta manera, las lenguas cooficiales “escenifican divisiones”.

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