Con el telón de fondo de la decisión de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso de no acudir a la reunión institucional con Pedro Sánchez, así como sobre la evolución en los tribunales del caso de su pareja, Alberto González Amador, investigado por doble fraude fiscal, la lideresa regional sostuvo este lunes que su novio podría enfrentarse “a una multa de Hacienda”. Pero esta no es la realidad.
En un acto celebrado este lunes tras conocerse esta decisión política de calado, Díaz Ayuso defendió que el presidente del Gobierno “llamó delincuente a una persona que se enfrenta a una posible multa de Hacienda”. Sin embargo, es necesario remarcar que el empresario admitió haber cometidos dos delitos fiscales de un montante de 350.000 euros.
Para ser más exactos, González Amador respondió a los inspectores de la Agencia Tributaria con información sobre sus intentos de negocio en México y Costa de Marfil, sobre los cuales contenía contratos con intermediarios, billetes de avión y fotos de autoridades sanitarias. En dicha documentación, se demostraron los presuntos hechos delictivos de los que se les acusa.
A través de su empresa Maxwell Cremona, con la que falseó facturas entre 2021 y 2022, se da muestra que la Fiscalía pedirá “una pena de cuatro meses de prisión por cada uno de los dos delitos contra la Hacienda Pública, más multa del 40% de la cuota defraudada”, es decir, 60.000 euros por los 155.000 euros defraudados en 2021 y 78.380 euros por los 195.952 euros defraudados en 2022. A su vez, el novio de Ayuso fue imputado por falsear las facturas ante la Agencia Tributaria en sus respectivos ejercicios para ahorrarse el pago de los 350.000 euros en impuestos.
Ayuso denuncia una “campaña de desprestigio” en su contra
Su negativa a acudir a la llamada institucional de La Moncloa vino respaldada por, según defendió, la “campaña de desprestigio” a la que está siendo sometida su figura y su entorno por parte del Gobierno de Sánchez.
En estos términos, Ayuso denunció este lunes que lleva "cinco años soportando todo tipo de insidias, calumnias, para intentar emocionalmente destruirme, tienen que ir a lo personal porque en las urnas no pueden": "Han hecho una lista de todo mi entorno para intentar destruirlos: mi jefe de gabinete, mis amigos -aunque fuera gente prestigiosa en el mundo de la cultura-, con cada uno de mis familiares, mi pueblo, mi colegio y barrio; y por supuesto, con mi pareja", esgrimió.
De esta manera, situó el foco directamente en el equipo del Ejecutivo central de Sánchez: "Lo hace el presidente del Gobierno, 22 ministros y todos los altos cargos socialistas, da igual en el rincón de España en el que estén. Siempre he estado ahí. Cuando el presidente del Gobierno, en el Congreso, decide decir que la Comunidad de Madrid es el foco del fango y corrupción, también en Bruselas, difamándome a mi entorno y a mí, todo esto unido, y pensando que no sirven para nada estas reuniones, ha hecho que mi agenda el viernes no se cancelará", continuó defendiendo.
No sin quedarse en este punto, la lideresa madrileña, en aras de defender la figura de su pareja, volvió a hacer mención de la investigación que se cierne sobre la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, equiparándola con la que rodea a Alberto González Amador. "Mi pareja no va a la Puerta del Sol a hacer negocios, la suya sí, a Moncloa, donde nacen todos los negocios que se están investigando", reiteró.
