El primer centro de España para hombres víctimas de violencia sexual será una realidad a partir de octubre. Abrirá sus puertas en Madrid a petición de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y para muchos no es sino una respuesta más a sí misma que contesta a su negacionismo de la violencia machista.
La apertura de este enclave costará medio millón de euros al año a la ciudadanía madrileña para resolver una problemática que, en la realidad, en palabras de la propia administración Sol, alcanza menos del centenar de denuncias.
La Comunidad de Madrid anunciaba a bombo y platillo esta medida en septiembre del año pasado celebrando que el centro trabajaría en una doble dirección: por un lado, asistir a los hombres que han sufrido agresiones sexuales y, por otro, dar continuidad a los tratamientos de niños y adolescentes que han sufrido abusos sexuales cuando cumplan la mayoría de edad. El pliego ya está redactado y próximamente comenzará el proceso de licitación, si bien la ubicación no se conocerá hasta que el proyecto esté definitivamente adjudicado.
En el momento mismo del anuncio y durante los meses posteriores, la izquierda ha puesto pie en pared contra lo que considera una medida que no invisibiliza las agresiones sexuales hacia las mujeres, que sí son una lacra real. Más allá de lo que supone en la práctica para las víctimas de violencia machista poner medidas que reviertan una realidad que en lo que va de año ya deja nueve muertes y el curso pasado dejó 47, las fuerzas progresistas insisten en la importancia del discurso que, en este caso, consideran alineado con la ultraderecha de Vox.
“El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que tampoco es sospechoso de tener una tendencia feminista, le ha alertado en su última publicación de datos de que las últimas denuncias machistas aumentan en la Comunidad de Madrid, siempre por encima de la media española; las denegaciones de órdenes de protección son completamente vergonzosas y a la contra de lo que ocurre en el resto de España, donde se aprueba la mayoría”, emite la portavoz de Políticas Sociales del PSOE de Madrid (PSOE-M), Lorena Morales.
"Ola ultra contra los derechos de las mujeres"
La misma diputada tacha de “lamentable” este modus operandi de la regidora, que por otro lado es habitual. “No es sino un paso más en la cruzada que he emprendido para convertir a Madrid en el epicentro de la ola ultra contra los derechos de las mujeres”, asevera. Retomando los datos, insiste en que “mientras que la Fiscalía Superior de Madrid avisa de que aumentan los casos de acoso, sobre todo en edad adolescente y antes (…), con las mujeres como víctimas y ellos como victimarios”.
En este sentido, se refiere al acceso a la pornografía, contra el que lamenta que la lideresa autonómica no ha puesto medidas. De hecho, afea que la administración Sol no destina apenas recursos para una educación afectivo-sexual y que mantenga el centro de atención a los menores víctima de violencia sexual con unas listas de espera “absolutamente vergonzosas”. “Sin embargo, va a destinar medio millón de euros a un centro que en principio no parece que desde luego sea una prioridad”, asegura.
“Los índices alertan de que las últimas denuncias machistas aumentan en la Comunidad de Madrid, siempre por encima de la media española; las denegaciones de órdenes de protección son completamente vergonzosas y a la contra de lo que ocurre en el resto de España, donde se aprueba la mayoría, en Madrid se deniegan la mitad”, añade: “Ayuso mira para otro lado porque es una negacionista de la violencia machista mientras se va a gastar medio millón de euros de nuevo para responder solamente a sus intereses políticos, que son por los que ella funciona”
La región, que cuenta con mayoría popular, considera que las agresiones sexuales entre varones es un problema que se sitúa al alza a pesar de que actualmente alcanza menos de cien denuncias. La autonomía pone el foco en el aumento de prácticas como el chemsex -sexo con drogas- y en las agresiones que se producen en el seno de las relaciones entre hombres, justificando así que la medida puesta sobre la mesa busca acabar con el estigma que persiste en este sentido.
Asimismo, el lugar se centrará en asistir a los hombres que ejercen la prostitución y, especialmente, dice la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, a los menores víctimas de abusos. El centro abre para que estas persona “continúen con su proceso de reparación” y el “acompañamiento” en los ámbitos social y judicial. El sitio dispondrá de un equipo multidisciplinar que actuará en las áreas de social, psicológica, jurídica y socioeducativa.