El Gobierno de la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso, después de no intervenir en la venta del Instituto Homeopático y Hospital San José, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), y a pesar de haber invertido hasta tres millones de euros en su restauración, ha evitado durante los últimos años preservar una de sus obras de gran valor que se encuentra en su interior: ‘Muerte de San José’, el cuadro del pintor barroco Luca Giordiano, más conocido como Lucas Jordán.

Tras años de falta de atención por los gobiernos de corte ‘popular’ sobre este centro, catalogado como Monumento de Bien de Interés Cultural por Decreto de Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, ahora ha salido a la luz que no se ha realizado un seguimiento correcto del estado de conservación y mantenimiento del cuadro, así como ninguna visita de control e inspección sobre la misma.

Sólo una inspección de mantenimiento en años

Después de que el Grupo Parlamentario Socialista registrase en la Asamblea regional unas preguntas al respecto el pasado mes de diciembre, en el que se requerían los datos sobre las visitas realizadas entre 2015 y 2022, se reflejó que tan sólo se realizó una el 7 de febrero de este año debido a que "se desconocía la existencia de dicha obra" y que fue comunicada con posterioridad por el Secretario de la Fundación.

Al constatar la existencia del cuadro, éste ya pasa a "formar parte de la historia del edificio y, como elemento inseparable, debe incluirse en el apartado de bienes muebles que forman parte del conjunto del mismo".

“Los bienes que conforman dicho patrimonio fueron trasladados de su ubicación original debido a las diversas circunstancias en las que se ha visto inmersa la Fundación”, justificaron desde el Ejecutivo madrileño a este respecto. No obstante, la situación ha dado para más. Y es que el cuadro se encuentra actualmente embalado en un plástico de burbujas y apoyado contra la pared.

De este modo, y después de la inspección ocular que realizaron las autoridades competentes del Gobierno de Ayuso el pasado mes de febrero, precisaron que, una vez finalizada, “se procede a volver a embalar el cuadro con el plástico de burbujas y a volver a ubicarlo en la sala de almacén en la que se encontraba, apoyado en la pared por su anverso, recomendado a los presentes que no se apoye en el mismo ninguna otra obra”.

En 1998, el Inventario de Bienes Muebles incluido en el Plan Directo para la Restauración del Instituto Homeopático, se insistió en que su conservación ya era “regular”, cuando se instó consecuentemente a su “restauración”. En los informes que han resultado de la reciente visita, se precisa que la obra “no parece haber sido objeto de ninguna intervención de restauración previa”.

Cuadro 'Muerte de San José', de Lucas Jordán, en el Instituto Homeopático de Madrid.

Imagen del cuadro 'Muerte de San José', del pintor barroco Lucas Jordán.

Las responsabilidades del Gobierno de Ayuso sobre la preservación de la obra se incluyen hasta en dos puntos. La primera reza en el artículo 12 del Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, en el que se mandata a los propietarios o poseedores de bienes el deber de conservar y custodiar las obras. La segunda, en el artículo 39, con el que se otorga la potestad a la Consejería competente -en este caso, la de Cultura, Turismo y Deporte; concretamente, la Dirección General de Patrimonio Cultural- a ordenar a los propietarios a preservarlos y mantenerlos en buen estado.

Tres millones de euros en inversión a pesar de su venta

Teniendo en cuenta este nuevo escenario, cabe recordar la postura que adoptaron tanto el Ayuntamiento de Madrid como el Gobierno regional a comienzos del mes de enero al no involucrarse en la venta de un edificio protegido y de Bien de Interés Cultural como es el Instituto Homeopático, ubicado en el barrio de Chamberí de la capital.

La Administración regional llegó a invertir hasta tres millones de euros en el centro y, pese a tener derecho a paralizar la compra, ni José Luis Martínez-Almeida ni Isabel Díaz Ayuso dieron el paso al frente.

Y es que el Ejecutivo ‘popular’ de Esperanza Aguirre ya invirtió cerca de tres millones de euros entre 2006 y 2009 para revertir el desmejoramiento de las instalaciones, las cuales datan del siglo XIX, como iniciativa del Marqués de Núñez para convertirlo en un hospital para atender a enfermos de cólera y tuberculosis en Madrid. Una inversión que no bastó para evitar hoy en día la compra del edificio.

La actual Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid ha dado luz verde a la petición de modificación de su uso de sanitario a educativo para venderlo al colegio norteamericano Brewster Academy -la cual ofrece matriculas privadas de entre 38.000 y 66.000 euros-, mientras que el Consistorio ha rechazado ejercer su derecho preferente de tanteo al tratarse de un BIC para poder ocupar el inmueble. Esto hace que su propietaria, la marquesa María José Fernández Rodríguez, pueda vender el edificio sin intromisión de las administraciones de la región.

Esta decisión hizo que los vecinos de Chamberí estallasen en críticas contra el Ejecutivo municipal y autonómico en favor de la empresa privada. “Es un edificio singular y muy significativo. Llevamos reivindicándolo históricamente desde hace más de 20 años. Estaba prácticamente abandonado y siempre hemos reivindicado su uso”, condenó Pilar Rodríguez, portavoz de la Asociación Vecinal El Organillo.