Cuando la tortuosa historia que ha atravesado el Instituto Homeopático y Hospital de San José desde su inauguración el 2 de febrero de 1878, que fue declarado como Bien Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento por Decreto del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid el 30 de enero de 1997, no parecía que podía agrandarse, ha salido a la luz otra vuelta de tuerca que sigue la senda del habitual desprecio que ha mostrado a lo largo de los años los gobiernos del PP de la región.

Y es que en pleno proceso de la operación de venta del Instituto Homeopático a una empresa privada se ha dado a conocer a través de los anuncios y la campaña de captación de clientes, en la cual participa el colegio norteamericano Brewster Academy -bien en calidad de inquilino o socio comprador- y que tiene la intención poco acorde con la realidad legal y urbanística del edificio y su entorno de protección de querer arrancar el curso en septiembre de este año.

Otro oscuro episodio en el que la Comunidad de Madrid destinó más de tres millones de euros a una propiedad privada y en litigio por una decisión caprichosa de la entonces presidenta Esperanza Aguirre, acompañada por su vicepresidente, Ignacio González, y por José Luis Martínez-Almeida, en aquel momento Director General de Patrimonio.

Después de años de abandono y falta de atención al estado de conversación y mantenimiento de este conjunto histórico y cultural queda en evidencia que no se había cursado ninguna visita de control e inspección. Ahora se conoce que, tras unas preguntas registradas el 22 de diciembre de 2022 respecto a conocer el número de visitas realizadas entre 2015 y 2022 y los informes elevados para comprobar el estado de conservación y mantenimiento de ‘Muerte de San José’, obra del gran pintor barroco Luca Giordiano (más conocido como Lucas Jordán), se informa que únicamente se efectuó una visita a este efecto el pasado 7 de febrero de 2023. ¿A esto le llaman atención a la conservación de bienes protegidos? ¡Vergonzoso!

Estamos ante una obra prácticamente desconocida del maestro napolitano que no se incluyó en la relación inicial del BIC, teniendo que registrarse en un Decreto posterior, justificando que “la razón de tal ausencia ha sido el hallazgo de dicha obra, con posterioridad a la tramitación del expediente y que ha sido comunicado por el Secretario de la Fundación Instituto Homeopático y Hospital de San José”.

Cuadro 'Muerte de San José', de Lucas Jordán, en el Instituto Homeopático de Madrid.

Cuadro 'Muerte de San José', de Lucas Jordán. 

Una restauración artística que no llegó a producirse

Leídos los informes solicitados se da a conocer que “los bienes que conforman dicho patrimonio fueron trasladados de su ubicación original debido a las diversas circunstancias en las que se ha visto inmersa la Fundación”. ¿Con qué autorización, cuidado u objeto? ¿Por qué no se avisó previamente?

Pero el inicial asombro pronto se transformó en indignación al descubrir que el cuadro ‘Muerte de San José’ se encuentra envuelto en plástico de burbujas y apoyado contra la pared, lo que le ofrece “una relativa protección”, debido a que “la importancia de la obra de Lucas Jordán se recomienda que se procure a la misma un embalaje más adecuado, de manera que se pueda asegurar su perfecta conservación al menos hasta que sea trasladada a su lugar definitivo de exposición que deberá tener unas condiciones ambientales y de seguridad adecuadas”.

Ante esto, cabe preguntarse si el carácter de la visita de inspección tuvo como objetivo un repentino interés por comprobar el estado de la conservación de óleo de Lucas Jordán por mera curiosidad, ya que la inspección ocular solo se acompaña de vagas recomendaciones. “Una vez finalizado el examen visual se procede a volver a embalar el cuadro con el plástico de burbujas y a volver a ubicarlo en la sala de almacén en la que se encontraba, apoyado en la pared por su anverso, recomendado a los presentes que no se apoye en el mismo ninguna otra obra”.

Para continuar, se sugiere que “la obra debe embalarse con materiales de conservación: tela tipo Tyvek y refuerzos de protección en las esquinas. Allí donde vaya a descansar el marco, realizado con espuma de polietileno y protección exterior con plástico de burbujas, deberá mantenerse en posición vertical. Si el tiempo de almacenamiento va a superar los tres meses, se procurará a la obra una caja especial de conservación”. Cómico si no fuera por lo lamentable que resulta el conjunto de la situación.

En otra muestra de rigor en tarea de vigilancia de anteriores y amables solicitudes a la propiedad, conviene recordar cómo en el Inventario de Bienes Muebles incluido en el Plan Directo para la Restauración del Instituto Homeopático y Hospital de San José en diciembre de 1998, ya se afirmó que el estado de conservación del cuadro, ya en esas lejanas fechas, era “regular”, instando consecuentemente a su “restauración”. Si se atiende al informe furto de la visita del pasado 7 de febrero, la obra “no parece haber sido objeto de ninguna intervención de restauración previa”.

Responsabilidades al Gobierno regional

¿Dónde ha quedado el cumplimiento del artículo 12 del Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, que mandata a los propietarios o poseedores de bienes de patrimonio histórico con el deber genérico de conservarlos y custodiarlos?

Y qué decir de la insumisión de la Comunidad de Madrid para cumplir con su artículo 39 que marca que, en caso de incumplimiento del deber de conservación, la Consejería competente -en este caso, Cultura, Turismo y Deporte; concretamente, la Dirección General de Patrimonio Cultural-, podrá ordenar a los propietarios o titulares de derechos reales de ejecución de las obras, así como la realización de las actuaciones que sean necesarias para preservarlos y mantenerlos.

A la luz de este nuevo escándalo, que se suma al despropósito del generoso apoyo de más de tres millones de euros a la propiedad privada que ahora hace caja especulando con este BIC, el PSOE-M exige tanto al Ayuntamiento como a la Comunidad de Madrid que reconsideren su obstinada actitud y atiendan al interés general. Con más fuerza que nunca, reiteramos el compromiso con la protección de ese legado histórico y cultural, así como su incorporación al patrimonio público para el uso y disfrute de las madrileñas y los madrileños.

Diego Cruz Torrijos es diputado del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid