El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quiere construir un "gran icono" para Madrid. A la altura de la Torre Eiffel o el Coliseo de Roma, el regidor madrileño quiere un símbolo arquitectónico para la ciudad que la sitúe en el plano internacional. "Todo el mundo identifica Nueva York con la Estatua de la Libertad, Los Ángeles con unas letras que hay en un monte que pone ‘Hollywood’, Londres con un reloj que es el Big Ben, o París con la Torre Eiffel", ha indicado y explicado Almeida a lo largo de un desayuno informativo organizado por el Club Siglo XXI de Madrid. El mandatario ha sostenido que crear este monumento en la ciudad servirá para que sea reconocible en todo el mundo y que se pueda diferenciar de otras.

Almeida ha asegurado que lo único que le falta a la ciudad de Madrid es un "icono físico" para mantenerse como una de las ciudades punteras del mundo. De hecho ha reconocido que siente sorpresa ante el "milagro" de que Madrid cuente con la reputación internacional que ostenta sin siquiera tener un monumento propio que la identifique fuera de España. De esta forma, el primer edil de la capital se ha propuesto crear uno para que la ciudad sea reconocible o vinculable a una enseña de las características de otros grandes monumentos europeos.

Martínez-Almeida ha defendido las numerosas posibilidades de la capital pese a no tener en sus calles un símbolo que la sitúe como una de las grandes del mundo. Almeida ha recordado que, tras una reunión con los cronistas de la Villa, estos le dieron hasta seis respuestas diferentes acerca de cuál es el icono o el mayor distintivo de Madrid. "Es algo que no está mal, porque quiere decir que Madrid tiene muchas mas cosas de las que siquiera planteamos", comentaba al respecto el alcalde este lunes.

Sin embargo, la intención de Almeida de continuar como alcalde después de mayo es iniciar los trámites para construir un monumento específico para Madrid que consiga vincular la imagen de la capital con la del icono, y así ser reconocible de cara al extranjero. El alcalde ha deslizado que, por ejemplo, el proyecto Madrid Nuevo Norte puede ser una de esas "oportunidades" que puedan tener el símbolo que ansía.

Una medida mil veces anunciada

Lo de construir un monumento reconocible en Madrid es casi tan antiguo como lo de presentarse a unas olimpiadas. A lo largo de los años han sido numerosos los anuncios de proyectos que se iban a construir y que acabaron en el eslogan del político de turno. Ni siquiera la construcción del Faro de Moncloa. Al poco de su inauguración en 1992 y debido al fuerte viento, algunas de las planchas metálicas que recubrían la torre se desprendieron y cayeron al suelo, sin que hubiera que lamentar desgracias personales. Tras una reforma para asegurar la cubierta, hubo que reformar la escalera en forma de espiral, que tenía una anchura de tan solo 80 centímetros ya que producía frecuentes descargas de electricidad estática a quien la tocaba. En agosto de 2005 tras el incendio del edificio Windsor, fue cerrado para uso turístico en cumplimiento estricto de la normativa de seguridad del propio Ayuntamiento de Madrid.

La reforma del edificio incluyó un segundo ascensor exterior acristalado y escaleras más amplias y una sala en la base para recibir a los visitantes.A finales de 2010, comenzaron las pruebas de la nueva pantalla LED de información exterior, orientada a que fuera visible para los vehículos que entren a Madrid desde la A-6. Ya no funciona. En 2016 se declaró un incendio en la sala de máquinas de un ascensor, siendo el faro desalojado sin heridos provocando la caída de cascotes, y que la circulación en la A-6 fuera cortada.

Recientemente, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, planteó la construcción de una noria gigante que sería la más grande de Europa. Fue en marzo de 2020, días antes de la declaración del estado de alarma por la pandemia del coronavirus. A través de sus redes sociales propuso acoger un proyecto que en un principio iba a destinarse a Valencia.

Finalmente, esa propuesta que iba a estar situada en Madrid nunca se hizo realidad. Tampoco los anuncios que hizo a bombo y platillo hablando de que Madrid acogiera los Juegos Olímpicos de 2036, o la sevillana Feria de Abril. La última de las peticiones que hizo en este sentido fue en 2022 antes del Festival de Eurovisión, cuando aseguró que la Chanel conseguiría ganar el festival y, gracias a eso, Eurovisión llegaría a la capital. El Gobierno de Ayuso prepara ahora traer a Madrid la Fórmula 1 y acoger un Gran Premio en las inmediaciones de IFEMA.