La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha difundido a los centros de salud un protocolo para intentar cubrir la ausencia de médicos en verano. La hoja de ruta plantea una reorganización de las funciones para que “otros profesionales” puedan suplir esta carencia.

El punto está incluido en el Procedimiento de actuación ante la ausencia de médico de familia en un centro de salud, y puede acarrear una doble problemática, por un lado que las enfermeras se carguen de una responsabilidad que no les corresponde-al menos de manera directa- con su trabajo y, por otra, que “se normalice” que haya centros de salud sin médicos.

En este aspecto se detiene precisamente la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS). Eduardo Díaz, médico de familia y delegado del sindicato lamenta el “maltrato que han sufrido los sanitarios, en concreto los médicos de familia a lo largo de los últimos años”.

“Están consiguiendo una demanda tremendamente sobredimensionada sin poner el remedio necesario, la aportación de una inversión económica de gran cantidad de dinero para poder atraer mejores condiciones”, sostiene en declaraciones a ElPlural,com. Esto se traduce, dice, en que “los médicos de familia y pediatras se nos han ido escapando durante estos años a otras comunidades autónomas y a otros países”.

En una línea similar ha criticado la medida la líder de Más Madrid, Mónica García, quien se ha mostrado muy contundente con el Ejecutivo de la región: “Voy a dar un protocolo alternativo (…)  Tiene un único punto. Y un único y último punto. Contraten médicos en los centros de salud. Fin del protocolo”.

Así las cosas, el documento tramitado por la Consejería sostiene que, ante los meses de verano, la Comunidad comienza a reestructurar el servicio de salud “en función del conjunto de recursos materiales y recursos humanos existente”.

Frente a ello el Ejecutivo popular se plantea “establecer un procedimiento de actuación ante situaciones en las que pudiendo precisar de la intervención de un médico de familia, este no esté presente”. Considera, eso sí y según dicta el texto, que “la toma de la decisión final dependerá de la enfermera” que haga frente a la situación. Asimismo, se plantean tres situaciones posibles en función del caso.

Si este es “demorable”, el paciente “será citado para atención en días posteriores en las agendas de medicina del centro”. Sin embargo, si requiere atención ese mismo día, será el servicio de enfermería la que realizará la atención o se derivará al paciente a otro centro de salud. Por último, si se diera la tercera situación (que el proceso sea de carácter urgente) la Unidad de Atención al Usuario “llamará al SUMMA para solicitar la asistencia urgente” y “comunicará con el centro más cercano asignado para solicitar la presencia de un médico”, mientras tanto “la enfermera iniciará las actuaciones correspondientes”.

A pesar de las quejas de los sanitarios, desde la Comunidad de Madrid insiste en que esta hoja de ruta “viene a recordar la capacidad resolutiva de las enfermeras en la Atención Primaria, que desde hace más de 30 años trabajan en consultas independientes de los profesionales de medicina de familia, demostrando su competencia en la prestación de cuidados, atención de procesos agudos y resolución de distintas consultas”.

Así las cosas, el último movimiento del equipo de Isabel Díaz Ayuso evidencia nuevamente la resignación que los profesionales sanitarios mantienen hacia la presidenta y que muestran por enésima vez en un episodio que llega apenas tres semanas después de que se desconvocara la huelga con la que los médicos protestaban contra la temporalidad.