Hay pequeñas historias que nos devuelven la fe en la humanidad, -y también en la actual juventud, tan injustamente denostada-, como la ocurrida en Valladolid el pasado domingo, 8 de mayo, cuando un joven de 26 años acudió a la Jefatura Superior de Policía de la calle Felipe II de la capital vallisoletana y puso en manos de los agentes de Seguridad una bolsa de tela llena de sobres repletos de billetes por una suma cercana a los 14.000 euros.

Eran concretamente 13.960 los euros que contenía ese envoltorio que este joven se encontró en la Plaza de Tenerías, en pleno centro de la ciudad, una cantidad que solucionaría parte de la vida de cualquiera durante un tiempo razonable.

Los agentes de Seguridad de la Jefatura avisaron a una unidad Zeta para que trasladara la bolsa a la Comisaría del barrio de Delicias, también en la capital vallisoletana, donde se registran las denuncias.

Simultáneamente, la legítima propietaria de esa cantidad perdida, según confirmaron los agentes, se encontraba en ese momento denunciando la pérdida, en la misma Comisaría de Delicias, cuando el Zeta de la Policía Nacional llegó a transferir lo que se había entregado en la Jefatura.

De algún modo, en el camino que discurre entre donde la propietaria de la bolsa se encontraba con su familia, la Plaza de Tenerías, y el cajero de la Plaza Mayor de Valladolid donde pretendía ingresarlo, -450 metros de distancia-, la bolsa, conteniendo la recaudación de toda una semana del establecimiento en el que trabaja, en el centro comercial Río Shopping, había desaparecido.

El subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez, calificó como "digno de elogio" el hecho de que un joven encuentre 14.000 euros y los lleve a Comisaría "en unos tiempos en los que se dice que la juventud no tiene valores, esto demuestra que tenemos una juventud con valores sólidos".