La Comunidad de Madrid cierra desde este sábado la Línea 1 de Metro entre las estaciones de Sol y Valdecarros. Un cierre, que tendría que haberse hecho en 2007 y que lleva semanas en el ojo del huracán por la falta de previsión y de medios del Ejecutivo de Ayuso y caracterizado por la nula comunicación entre Administraciones.

A finales de 2022 la Comunidad de Madrid informaba de que iba a cerrar el tramo de la Línea 1 de Metro para acometer mejoras. Y hasta después de las elecciones poco se supo. Lo poco que se conocía era gracias al Consejo de Administración de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT), que tenía como fecha el 1 de junio como fecha de cierre. Sin embargo, las elecciones hicieron que poco o nada se hiciera al respecto. El miedo al coste electoral hizo que la Comunidad de Madrid ocultara el cierre incluso a los vecinos. Diversas asociaciones pidieron reunirse con la Consejería de Transportes para conocer el alcance de las obras sin éxito. De hecho, tan solo una semana antes del cierre se ha comenzado con la campaña de información a la ciudadanía con cartelería en el Metro y personas que reparten folletos en cada una de las estaciones afectadas.

A pocos días del cierre, la Comunidad de Madrid explicaba cómo iba a ser el servicio sustitutivo. A pesar de que en 2016 se creó un dispositivo amplio, la falta de trabajadores en la EMT ha obligado a que tan solo se quede en una línea en superficie que supla en superficie el recorrido entre Valdecarros y Atocha. Una cuestión que los vecinos encuentran "insuficiente" y que, dicen, "no soluciona nada a los que viven en zonas más alejadas como el Ensanche de Vallecas".

Además, este corte implica que Atocha, centro neurálgico en época estival, vivirá un verano aislada de la red del suburbano, añadido a las dificultades que está experimentando el servicio de Cercanías Madrid por las obras que está desarrollando en Chamartín.

A pesar de que el suburbano suele aprovechar el verano para hacer las obras, por la bajada de usuarios, coincide con la llegada de turistas a la capital, parte de ellos nacionales y llegados precisamente por la antigua Estación del Mediodía. No solo eso, el Orgullo, que concentra a más de un millón de personas no podrá celebrarse con normalidad ya que será imposible llegar a Atocha, lugar de inicio de la manifestación.

Sin interlocución con Renfe ni el Ministerio de Transportes

Renfe, como responsable público del servicio de Cercanías y dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Gobierno central, mantendrá todos los servicios de Cercanías que presta, a día de hoy, durante todo el verano. Un refuerzo de sus servicios frente a lo que ocurre otros veranos, cuando la frecuencia de los trenes de Cercanías que unen el centro de Madrid con los distritos de la periferia disminuye en julio y agosto por la menor demanda. Ahora Renfe mantendrá tal y como están las líneas C3 y C4 de Cercanías Madrid para conectar Puente de Vallecas con el centro de Madrid durante todo el verano ante los cortes en la línea 1 de Metro.

El operador público de transportes aumentará los servicios de Cercanías con 25 trenes más, frente a la frecuencia de veranos anteriores, en las líneas C3 y C4. Un refuerzo que supone ofrecer a los vallecanos 13.850 plazas sentadas en los trenes que a diario unen el sur con el centro de Madrid, un 6,2% más frente a veranos anteriores.

Fuentes del Ministerio de Transportes explican a este medio que la interlocución ha sido prácticamente nula y que el plan ha tenido que acelerarse. De hecho, ElPlural.com ha podido conocer que durante la precampaña de las autonómicas y municipales, la Comunidad de Madrid no se puso en contacto con ellos. 

Más Madrid critica el dispositivo

"La incompetencia y vaguería de Almeida no tiene límites, hoy mismo queda cortada la Línea 1 de Metro entre Sol y Valdecarros durante meses y no hemos visto ni un solo cartel informativo de la EMT en los paneles de las paradas ni en la web, ni en las estaciones de Cercanías, ni una sola reunión con las asociaciones de Villa de Vallecas y Puente de Vallecas, ni ha coordinado un mínimo el dispositivo de movilidad con la Comunidad y Renfe", indica en declaraciones a ElPlural.com el portavoz adjunto de Más Madrid en el Ayuntamiento, Edu Rubiño. 

"Para colmo, estamos en plena semana del Orgullo de Madrid, ¿a nadie se le ha ocurrido retrasar unos días el cierre, unos días? El Orgullo implica unas necesidades especiales de movilidad en la ciudad, es el mayor evento internacional del año, cultural, social y económico y atrae a miles de visitantes durante toda la semana y la Línea 1 de Metro es neurálgica", denuncia sobre las celebraciones que culminan este sábado en una manifestación en la que se espera un millón de asistentes.

"Almeida es el ejemplo de que ni el Orgullo ni los vecinos de Vallecas, recordemos que deja incomunicados a más de 350.000 durante meses, ni nada que tenga que ver con la movilidad tienen que ver con él. 
Ni campañas de comunicación, ni reuniones con las entidades vecinales para informar con la suficiente antelación, ¿para qué iba a poner carteles informativos en las paradas de la EMT...?, qué más da, si siempre ha tenido abandonados a los distritos de Puente de Vallecas y Villa de Vallecas", insiste al respecto denunciando que "no hay un verdadero plan de movilidad".

"En 2016, durante el gobierno de Manuela Carmena, la EMT preparó un dispositivo con más de 43 autobuses con frecuencia entre 3 y 6 minutos, reforzamos entre un 20 y 46% hasta 5 líneas de la red convencional, preparamos un plan alternativo de movilidad estableciendo un carril bus en la avenida de Albufera, desvíos provisionales y un dispositivo de seguimiento de agentes de movilidad, al tiempo que se coordinó una campaña comunicativa con el Consorcio de Transportes desde meses antes. Gracias a este dispositivo de la EMT se pudo transportar a más de 10 millones de personas entre julio y noviembre sin ninguna incidencia. Pero ahora, con su habitual falta de planificación y de responsabilidad, Almeida no ha movido un dedo preparando ni coordinando un dispositivo similar", explica sobre un modelo que se podría haber copiado.

Ayuso pide ayuda a Renfe in extremis

Renfe ha tomado la decisión de no reducir la oferta de sus trenes de Cercanías en verano in extremis. Y es que in extremis ha sido la petición de ayuda de Ayuso a Renfe -o al Ministerio de Transportes de Raquel Sánchez en última instancia-, formalizada este lunes 19 de junio en la última -y única reunión, según confirman fuentes de Renfe a ElPlural.com- del Consorcio de Transportes de Madrid.

Ayuso ha recurrido a la ayuda a Renfe para no dejar sin transporte público a 350.000 de sus madrileños apenas cinco días antes de cortarles la línea 1 de Metro. Y lo ha hecho en la única reunión celebrada en el Consorcio de Transportes de Madrid ante el caos del Metro en Vallecas. Fuentes de Renfe aseguran que el Consorcio de Transportes de Ayuso ha pedido el refuerzo del Cercanías este mismo lunes, sin apenas margen de actuación ante el inminente corte de la línea 1 de Metro este sábado.

Una falta de previsión que denuncian desde Renfe y que difiere de la gestión de la compañía, y de Adif, en el caso del corte del túnel que une Sol y Nuevos Ministerios por las obras de mejoras en la estación de Chamartín, anunciado al Consorcio de Transportes de Madrid cuatro meses antes de empezar las obras, el pasado 4 de febrero, con la suficiente previsión para no comprometer el transporte público de los madrileños.

A pesar de estar inmersos y centrar los esfuerzos en las obras de Chamartín y en los dos túneles en construcción, Adif y Renfe, como representantes públicos de transporte, ofrecen ahora su ayuda al Consorcio de Transportes de Madrid para no aislar a los más de 350.000 vallecanos. No obstante, advierten de que la coincidencia en el tiempo de ambas obras en el transporte público de la comunidad puede complicar los trayectos de los madrileños y visitantes a lo largo del verano.

Unas obras que tendrían que haberse hecho en 2007

"Las obras de reforma de la Línea 1 de Metro se tendrían que haber acometido antes de la crisis", indicaba un portavoz de Metro en 2016 a los medios de comunicación. En aquel entonces la Comunidad de Madrid, gobernada entonces por Cristina Cifuentes, cerraba el mismo tramo para reforzar la catenaria y las paredes de los túneles. "Deberían haberla realizado después de la última ampliación. Una vez acabada la extensión de la red se tendría que haber realizado un trabajo de reforma de las líneas", explicaban entonces dejando claro que el no haber acometido las obras nunca ha supuesto un resentimiento de la seguridad. De hecho, ya avisaban del cierre que Ayuso ultima y comunicará pasadas las elecciones. "Pasados unos años, tendremos que volver a hacer otras para la reforma de las vías", indicaban en Metro.

"Se tendría que haber mantenido el esfuerzo inversor en la reforma de los túneles desde finales 2007. El problema es que, luego, llegó la crisis y el ajuste presupuestario obligo a todas las entidades públicas a apretarse el cinturón, lo que hizo que se redujese el dinero para obras", añadían hace siete años en Metro de Madrid.