La Comunidad de Madrid cerrará en los próximos días, tras las elecciones, 18 estaciones de la Línea 1 de Metro entre las estaciones de Sol y Valdecarros. Unas estaciones que servirán para desamiantar varias zonas y cambiar las vías, diferentes elementos de los túneles y la señalización. Sin embargo, se trata de unas obras que debieron realizarse hace casi veinte años y que el Ejecutivo autonómico ha retrasado hasta 2023.

"Las obras de reforma de la Línea 1 de Metro se tendrían que haber acometido antes de la crisis", indicaba un portavoz de Metro en 2016 a los medios de comunicación. En aquel entonces la Comunidad de Madrid, gobernada entonces por Cristina Cifuentes, cerraba el mismo tramo para reforzar la catenaria y las paredes de los túneles. "Deberían haberla realizado después de la última ampliación. Una vez acabada la extensión de la red se tendría que haber realizado un trabajo de reforma de las líneas", explicaban entonces dejando claro que el no haber acometido las obras nunca ha supuesto un resentimiento de la seguridad. De hecho, ya avisaban del cierre que Ayuso ultima y comunicará pasadas las elecciones. "Pasados unos años, tendremos que volver a hacer otras para la reforma de las vías", indicaban en Metro.

"Se tendría que haber mantenido el esfuerzo inversor en la reforma de los túneles desde finales 2007. El problema es que, luego, llegó la crisis y el ajuste presupuestario obligo a todas las entidades públicas a apretarse el cinturón, lo que hizo que se redujese el dinero para obras", añadían hace siete años en Metro de Madrid.

Las diferencias con 2023

Sin embargo, en 2016 no había elecciones como si hay este 2023. En la EMT esperan el cierre oficial para el 1 de junio, tal y como certifican las actas del Consejo de Administración. Pese a todo, la Consejería de Transportes señala de manera extraoficial que el 1 de junio no se podrá producir el cierre porque la falta de planificación ha hecho imposible que se pueda tener un servicio sustitutivo de autobuses a punto. La Comunidad de Madrid ha confirmado que, de momento, el inicio de las obras no tiene fecha y que "en los próximos días", es decir, después de las elecciones se reunirá la Comisión Delegada del Consorcio de Transportes para elegir la fecha de cierre.

La Consejería de Transportes señala que desde principios de abril, cuando cierra el Metro, comienzan las labores de preparación de las obras. Así, destacan que se coordinan con el Ayuntamiento de Madrid, Metro y el CRTM para planificar un servicio sustitutivo y "garantizar alternativas de movilidad en todos los escenarios contemplados". Por ello, explican, "se han realizado estudios de impacto en las redes afectadas en diferentes escenarios de afección, se han modelizado y diseñado servicios especiales de autobús urbano sustitutivos, así como los refuerzos de oferta necesarios en líneas y modos alternativos ya existentes". Además, "se está trabajando en la preparación del dispositivo de información al ciudadano".

¿Cuándo? Pues no se sabe. Tendrá que ser después de las elecciones de este 28 de mayo ya que la propia Consejería confirma que será "en los próximos días" cuando se convoque a la Comisión Delegada del Consorcio Regional de Transportes cuando se apruebe el corte de la línea y los servicios sustitutivos.

En el pliego del proyecto se especifica que "se plantea una apertura parcial entre Sierra de Guadalupe y Valdecarros, prevista inicialmente a los 56 días del cierre". No obstante, en caso de que no se pueda hacer una apertura parcial, puede no realizarse.

¿Sin anuncio por coste electoral?

La FRAVM pedía hace unos días que se paralizaran las obras hasta tener un plan alternativo "de consenso". "A días del teórico cierre de parte de la línea, que según el proyecto autonómico afectará a 18 estaciones de los distritos de Villa y Puente de Vallecas, Retiro y Centro y durará cuatro meses, nada sabemos del día exacto de inicio y mucho menos del servicio de autobuses alternativo que habitualmente se pone en marcha para aliviar las molestias de este tipo de cierres", comentan

 Por ello, la FRAVM, "haciendo suyo el sentir de los colectivos de los barrios afectados", ha exigido a la Comunidad de Madrid que paralice el inicio de los trabajos de remodelación de la Línea 1 "hasta disponer de un plan de transporte sustitutorio adecuado, negociado y de consenso". Además, proponen que el servicio de autobuses de este plan no realice el mismo trayecto del tramo cerrado de la línea pero en superficie, tal y como había anunciado el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, sino que "evite la avenida de la Albufera, ya que esta se colapsa a diario debido a su alta densidad de tráfico" apuntando directamente a las elecciones como motivo de la opacidad de Ayuso.