La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no ha comenzado con buen pie su legislatura. Si se tratase de una afición de fútbol algunos cantarían aquello de “Los años van pasando, y todo sigue igual”, pero esto no es un juego ni un deporte, sino la realidad del día a día y de cuestiones tan imprescindibles como la educación o la sanidad.

La semana pasada la líder regional tomaba posesión de su cargo anunciando medidas controvertidas respecto de lo primero, como las becas para FP privada mientras el curso pasado 30.000 alumnos se quedaron sin plaza en la pública. A ella hay que añadir la gestión de los comedores escolares -cuyo precio ha aumentado y está en manos de empresas privadas con las que el equipo popular negociaba desde el pasado mes de noviembre- o las ayudas para este servicio, cuyos beneficiarios tienen que cobrar incluso por debajo del Ingreso Mínimo Vital (IMV) para poder recurrir a ellas.

Dentro de estas medidas que muchos afectados no comprenden se encuentra otra que tiene que ver con la eliminación del Bachillerato presencial nocturno, algo que suponía una segunda oportunidad para mucha gente que le era imposible tomar otras horas del día para estudiar. Así se lo ha hecho ver a la responsable de Sol, de hecho, algún usuario de Twitter. “Cuando tenía 17 años mi madre tuvo un accidente y la sustituí en la frutería familiar. Me saqué el Bachillerato y la carrera de Periodismo en el nocturno mientras por la mañana trabajaba. El nocturno es la segunda oportunidad para mucha gente sencilla. Eliminarlo es una crueldad”.

Las escuelas públicas y los sindicatos han puesto asimismo el grito en el cielo tras conocer la última medida de Ayuso. La Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (CCOO), es muy clara: “Vulnera los derechos tanto del alumnado como del profesorado”. Para la portavoz en el ámbito educativo del agente social, Isabel Galvín, la decisión forma parte “del marco legal con el que la presidenta quiere envolver y justificar otro ataque a la línea de flotación de la enseñanza pública”. De hecho, “no respeta el marco normativo de competencia ni lo regulado en la LOE”.

Menos matriculaciones públicas

Como suceda con otros aspectos educativos considerados el talón de Aquiles a ojos de la oposición como pueda ser la FP, la matriculación en el Bachillerato nocturno también ha disminuido, atendiendo a los datos que maneja CCOO, en un 45,4%, pasando de 5.762 estudiantes a 3.148 desde 2009, cuando todavía no se plasmaban los efectos de la crisis financiera, hasta la actualidad.

Lo mismo ocurre con el alumnado a distancia, que según los mismos datos se ha reducido en más de la mitad, descendiendo de 7.352 a 3.520. Todo ello se explica, apuntan los sindicatos, por la eliminación de las modalidades de Bachillerato o de asignaturas de modalidad u optativas. Recogiendo las impresiones anteriores, advierten de que la idea de la presidenta popular en la región es la de “hacer lo mismo que han hecho con la FP a distancia, engordar el negocio de la enseñanza privada”.  “A lo largo de los mismos doce cursos, la FP a distancia en centros privados ha pasado de ser inexistente en el caso de la de grado medio o minoritaria en el caso de la de grado superior a ser mayoritaria, con una oferta de plazas de muy dudosa calidad y control, orientada exclusivamente al negocio (…) El primer paso fue el de reducir el número de alumnos en los centros públicos tanto en el nocturno como a distancia, y ya se dio”.

Exclusión social

A la problemática motriz, que “no tiene en cuenta las particularidades del alumnado adulto” y va contra un sistema “con más de 100 años de antigüedad” que “ha tenido éxito”, CCOO suma revela que derivan otras en dirección a los jóvenes que se ven obligados a trabajar y a las personas con dificultades de acceso a las plataformas virtuales, lo que va “en contra de la igualdad” de oportunidades. En la misma línea, el sindicato echa en falta medidas específicas que fomenten la inclusión y que atienda a las personas con discapacidad, en riesgo de exclusión social, o inmigrantes.

También acusa las "condiciones de trabajo" del profesorado a partir de ahora, dado de que la implantación del nuevo sistema, temen, se traducirá en una reducción de personal.

Planteamiento de Educación

La Consejería de Educación, por su parte, cuenta que la idea es la de sustituir un sistema “rígido” por otro “más ágil y flexible de enseñanza semipresencial” al mismo tiempo que promete que todas las aulas dispondrán de material y conexión a internet.