Una de las promesas de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en la sesión de investidura que ha tenido lugar esta semana pasa por una mejora en el sistema nacional de salud que contempla, entre otras cuestiones, el aumento de personal y la creación de nuevos centros de salud. Cabe destacar que todo lo relativo al ámbito sanitario centró la inmensa parte de las reclamaciones de ciudadanos madrileños en la anterior legislatura y, al inicio de la presente, sigue siendo así.

Habrá que esperar para ver qué pasa, pero la situación que se desarrolla en el histórico distrito de Carabanchel Alto desde hace más de un año y que se ha intensificado en las últimas semanas no resulta halagüeño si realmente se pretende revertir la situación. La problemática va en varias direcciones y afecta a distintos lugares: el Centro de Salud Carabanchel Alto, el Centro de Salud Guayaba, el Centro de Salud Abrantes y el Centro de Especialidades Periférico Carabanchel Alto (Aguacate).

Falta de pediatras

ElPlural.com ha podido conocer de primera mano la “gravedad” de la situación tras hablar con la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto, que remite a su vez las denuncias que le llegan por parte de las madres y padres que intentan llevar a sus hijos al pediatra -una misión casi imposible, según apuntan- y de los pacientes que tratan de acudir, también a veces con poco éxito, al SUAP -una de las principales batallas sanitarias frente a la gestión de Sol en los últimos años- de la zona.

Todos estos lugares tienen dos cosas en común: se sitúan en el PAU del barrio y faltan manos para atender la demanda que a su vez supone la inmensa población de la zona. El escenario se presentaría preocupante en cualquier lugar, pero más si cabe en los sitios donde más gente hay. Esto es precisamente lo primero que cuenta Amparo, la portavoz de la asociación, en conversaciones con este medio. “La población de la zona es joven, con niños; por lo que debe haber unos 4.000 o 5.000 en la zona”, analiza.

En los más pequeños está la primera de las consecuencias, pues no hay personal suficiente en el Centro de Salud que recibe el nombre de área: “Si coincides con el pediatra, bien, pero si no…Tienes esporádicamente algunos días, algunas horas… pero a veces pasan días y días hasta que pueden ver a un niño”.

Por ello, los padres y madres se ven obligados a acudir al Centro de Salud Guayaba, donde la cosa no mejora. De la puerta cuelga un cartel que lo deja claro: solo hay tres pediatras de los cinco con los que contaba. “Es imposible que asuman a todos los pacientes. No pueden tratar a los suyos, cuanto menos a los de otros centros”, lamenta Amparo.

La solución primera que propone la asociación vecinal es la de poner hojas de reclamaciones para que el problema se conozca, porque es algo que “está haciendo poco ruido para lo grave que es”. “Les están diciendo que en caso de que no haya pediatras, el médico de urgencias que esté cada día asignado en cada centro le puede ver, pero cada paciente tenemos unos determinados historiales médicos y es tu médico el que te conoce y el que te lo resuelve en seguida”, relata. “Estamos también pendientes de resultados de pruebas. En fin, esto es una realidad, no un problema que a priori o después nos hemos sacado de la manga. La población nos ha puesto quejas”.

Más allá de los niños

El problema se extiende a otras áreas, como las urgencias de noche, en los SUAP; donde la voz de estas líneas puede incluso contar un caso práctico que tiene que ver directamente con el ‘modelo Ruiz Escudero’ -quien no repetirá en la presente legislatura- que pasaba porque el personal de enfermería asumiera las funciones de los médicos: “Sí hay celadores y enfermeras, pero no médicos…”

“El pasado viernes mi nuera fue al SUAP por la noche por una intoxicación alimentaria. Llegó medio ahogada al centro y no había ningún médico”, cuenta. Aunque en esa ocasión sí que la atendieron porque existe un protocolo para las intoxicaciones. “La enfermera llamó al médico itinerante y le explicó que se había limitado a aplicar el protocolo; pero aún así le recomendó que fueran al 12 de Octubre porque la sensación de ahogo era muy fuerte y porque ella podía llamar a una ambulancia, pero iba a tardar mucho. Así que se fueron al hospital y allí le hicieron las pruebas pertinentes”, desarrolla. En este sentido, cuenta que es derivar al 12 de Octubre la solución para niños y mayores ante la solución en última instancia planteada.

“Nosotros decimos a los pacientes que pidan hojas de reclamaciones en los centros para que se conozca el problema (…) Porque esto es un problema para todos, estamos muy desprotegidos. No solo es que a los niños no les puedan ver los pediatras, sino que tampoco hay médicos por las noches, y esto es grave porque hay cuestiones que se escapan a las competencias de las enfermeras, éstas no pueden recetar determinados medicamentos, etc”.

Un año de manifestaciones en otros centros

Hay lugares en los que las manifestaciones contra la gestión de la Comunidad de Madrid se vienen un año sucediendo. Así las cosas, Amparo destaca que los afectados del centro de salud Abrantes “se levanta cada jueves desde hace un año en pie de huelga ante la falta de médicos”.

Respuesta de la Consejería

A preguntas de este medio sobre si la Consejería conoce o no la deriva de los Centros de Salud de Carabanchel Alto, Amparo asegura que sí, pero que siguen esperando actuación. “Nos dicen que todavía no está asignado el consejero y que en todo caso hay médicos de familias que pueden atender a situaciones más graves. Pero esto no es una solución”. Por todo ello, el distrito ha decidido poner la cuestión en conocimiento de los medios de comunicación.