La gestión de la sanidad gallega por parte de la Xunta sigue en entredicho. Hoy se cumple el tercer día de la huelga indefinida convocada por el sindicato médico CESM, tras un seguimiento del 60 y 62 por ciento en las dos primeras jornadas, según los datos de la propia organización, pero los problemas no se quedan ahí.

Argumentan los convocantes para justificar el paro el deterioro de la sanidad gallega y la pérdida de derechos de los propios profesionales, algo que los partidos políticos de la oposición ratifican y sobre lo que, en las últimas horas, el Bloque Nacionalista Galego añadió el “oscurantismo” que practica la Consellería de Sanidade materia de contrataciones a través del Servizo Galego de Saúde, Sergas.

Lo hizo ayer en sede parlamentaria la portavoz de Sanidad, Montserrat Prado, quien aseguró que "de cada diez euros derivados al Sergas para realizar contrataciones, siete con cinco son derivados a la contratación a dedo".

Cabe subrayar que el titular autonómico en la materia, Julio García Comesaña, respondió también este miércoles a las preguntas sobre el paro indefinido de los médicos haciendo mención a las medidas adoptadas por la Consellería que dirige. Entre otras cuestiones, el conselleiro presumió de los acuerdos y compromisos alcanzados con las distintas organizaciones sindicales, así como de la inversión realizadas en los últimos tiempos en la sanidad pública.

Además de la contradicción en sí misma que supone esta inversión, ya que, tras negar las carencias de la sanidad gallega, Comesaña anunció y presumió del dinero destinado a la misma, a tenor de lo dicho por Prado no es oro todo lo que reluce.

El análisis realizado por la diputada autonómica nacionalista está basado en el balance de contratación pública de la propia Xunta de Galicia correspondiente al año 2022. Según el mismo, el Gobierno presidido por Alfonso Rueda licitó 2.233 millones de euros en contratos. De ellos “983 millones, el 45%, fueron por la vía de contratos menores y negociados sin publicidad, es decir, contratos abiertos”. Esta manera de actuar limita, según Prado, “la competitividad entre las empresas, ya que no son procedimientos abiertos a cualquier empresa interesada”.

"Contrataciones a dedo"

Para el BNG, el modelo elegido por los gestores de la Consellería, “sin publicidad, de forma directa, sin concurrencia competitiva o igualdad de trato” da lugar a falta de transparencia. La portavoz de Sanidad de la formación nacionalista subraya que “no existe expediente de contratación y, por lo tanto, se carece de pliegos que regulen la contratación, de oferta o de contrato que estableza y ordene los derechos y obligaciones de las partes".

Es contundente en su conclusión Montserrat Prado al indicar que esto deriva "en una situación de oscurantismo, porque esta Cámara desconoce a dónde envía el Ejecutivo del PP el dinero para las contrataciones a dedo".

En el Parlamento la diputada nacionalista le dijo al Gobierno de Alfonso Rueda y a la bancada 'popular' que "tienen que ser rigurosos. No estamos hablando de su dinero, sino que del dinero de todos los gallegos”. Al conselleiro de Sanidade le preguntó directamente “¿a quién se está contratando?”, al tiempo que le exigió que “haga una auditoria de esto”, para insistir sobre con qué empresas contrata el Servizo Galego de Saúde que “no hablamos de calderilla; hablamos de dinero montante”.

Hace unos meses, el Consello de Contas “reprobó” debido al “abuso de este tipo de contratos” las que Montserrat Prado calificó como “contrataciones a dedo”, algo que “un año más quedó pendiente de que la Xunta lo corrigiese”. Según detalló en la Cámara gallega, el Sergas consumó a lo largo del pasado ejercicio el 56,7% de la contratación pública de la Xunta de los que “el 75% eran contratos menores y negociados sin publicidad y el 90,4% del presupuesto de los contratos a dedo”.

Lo más llamativo de los datos que ofreció la diputada nacionalista es que este modus operandi no es solo de 2022 ya que el pasado año, en realidad, “los contratos a dedo subieron en 233 millones más que en 2021", siendo el Sergas responsable "de 1.026 millones en licitaciones, de las que casi el 64% correspondió a contratos menores, lo que supone 656 millones" para los contratos a dedo.

No es la primera vez que las cuentas de la Consellería de Sanidade se ponen en entredicho. Sin ir más lejos, en los últimos meses de 2022 fueron los socialistas los que solicitaron la creación de una comisión de investigación para conocer el destino de una importante partida económica procedente del Estado.

El montante total era de 159 millones de euros, dinero que la Xunta recibió en el marco de los llamados fondos Covid del Gobierno central en 2020. El presidente gallego, Alfonso Rueda que hoy está en Panamá, explicó en su momento que ese dinero se aplicó “en su totalidad”.

Sin embargo, el PSdeG le recordó entonces que su denuncia se basaba en un documento publicado por el Consello de Contas.

Precisamente este miércoles, la parlamentaria nacionalista Montserrat Prado insistió en la necesidad de transparencia en la contratación del Sergas y se preguntó “qué justificación tiene que este tipo de contratos y el volumen de presupuesto sea mayor que en los años de pandemia”. “Ustedes hacen de la Xunta una máquina de hacer negocio con contratos a dedo”, concluyó.