El presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, hizo hoy de anfitrión de la gran estrella 'popular' del momento, su homóloga madrileña Isabel Díaz Ayuso.

Ayuso continúa con su afán de 'vender' el Hospital Isabel Zendal, si bien ahora mismo, aunque nació como institución para hacer frente a pandemias, apenas tiene movimiento más allá del publicitario que tratan de otorgarle desde la Comunidad de Madrid.

Para que no caiga en el olvido, la presidenta madrileña se acercó a la villa natal de la enfermera que da nombre a su centro hospitalario estrella, es decir, visitó el concello coruñés de Ordes y, en concreto, el centro sociosanitario que lleva el nombre de la visionaria sanitaria gallega.

Rueda, a quien en más de una ocasión se le ha achacado 'no creerse' su puesto de presidente de la Xunta, hoy si ejerció como tal y aprovechó uno de los valores más activos y conocidos más allá de su región para sacar pecho y establecer similitudes entre ambas regiones.

Así, el máximo dirigente gallego presumió de la apuesta de su Gobierno y del de Madrid por “modelos de gestión basados en la estabilidad, mejora de los servicios y en las rebajas de impuestos”.

Sin duda alguna, estas palabras han provocado cierta zozobra porque se trata de tres aspectos en los que, precisamente, no despuntan ambos ejecutivos 'populares'.

En cuanto a la gestión, el tema de la pandemia y, en particular, el trato ofrecido a los mayores en residencias, ha dejado mucho que desear a tenor de las denuncias públicas realizadas por usuarios de forma individual o como colectivo, algunas de las cuales todavía se encuentran en fase judicial. Curiosamente, en ambos parlamentos autonómicos se vetó la posibilidad de impulsar comisiones de investigación gracias, en el caso de Galicia, a la mayoría absoluta del PP y en el madrileño por el apoyo de la ultraderecha.

Por lo que respecta a la mejora de los servicios tanto en una como en otra comunidad autónoma existen actualmente críticas y movilizaciones contra los recortes en materia sanitaria, siempre con la advertencia de la búsqueda de su privatización por parte de ambos Ejecutivos. Algo similar ocurre con la educación pública, aspecto en el que Galicia y Madrid comparten también un incremento notable de financiación de la concertada y/o privada en detrimento de la pública.

Desde hace tiempo se ha abierto una carrera impositiva por ver qué administración regional es la que menos presiona en este sentido a sus contribuyentes.

35 euros por gallego de ahorro en impuestos

A la Comunidad de Madrid se acusa de practicar dumping fiscal y a ese carro de 'impuestos fuera' también ha pretendido subirse al carro Rueda.

El sucesor de Feijóo no dudó en afirmar lo que muchos expertos ponen en duda: Galicia y Madrid “son la muestra palpable” de que es posible “aumentar inversión en servicios y, a la vez, bajar los impuestos”. Y todo ello sin que se “genere más deuda”, a pesar de que su comunidad, como le recordó el presidente del Gobierno a Feijóo en el Senado, aumentó de manera considerable la deuda en los últimos años.

En este punto, Alfonso Rueda, después de presumir de presupuestos (los de 2023) más sociales, se centró en el apartado impuestos. Aquí dijo con rotundidad: los gallegos van a poder “ahorrar 128 millones de euros al año en el pago de impuestos gracias a las medidas como la deflactación de los tres primeros tramos del IRPF” y las acciones en beneficio de las familias numerosas.

Ni una palabra de lo que la oposición denomina ya “pelotazo fiscal” que será positivo solo para los 7.000 gallegos más ricos que se ahorrarán cerca de 34 millones de euros.

Teniendo en cuenta los datos ofrecidos por el propio presidente de la Xunta, si Galicia a fecha de 2022 tiene 2.691.557 habitantes, descontando los 7.000 con más dinero que se ahorrarán los citados 34 millones, en contra de lo que se comentaba hace unas semanas de que esto supondría una rebaja fiscal de 46 euros de media por habitante, en realidad es aún menos, en concreto 35,015 euros por gallego que no está entre los que más poder adquisitivo tiene.

Rueda, como si del epílogo de la presencia de Isabel Díaz Ayuso se tratara, aseguró que ambos gobiernos “tienen muchas cosas en común”, ya que apuestan por la “gente” y por ofrecer a la ciudadanía “una gestión seria y estable”.

Por cierto, la visita homenaje de la presidenta madrileña al centro ubicado en la localidad donde nació Isabel Zendal y que comparte nombre con su hospital estrella, más allá de las fotografías y el vídeo, se quedó en un discreto segundo plano. La enfermera gallega, a pesar de su importancia histórica para la sanidad, se convirtió en una excusa para hablar de impuestos en clave electoral, como lo demuestra el hecho de que en la nota de prensa difundida por Presidencia de la Xunta a los medios de comunicación, su vida y su gran aventura médico-humanitaria ocupan el final y apenas unas líneas. No falta, eso sí, la referencia de la dedicatoria de que su nombre fue “elegido para el hospital de pandemias abierto en Madrid durante la crisis de Covid-19.

Isabel Díaz Ayuso, por cierto, también acudió a visitar la fábrica de Inditex. Ella seguro que desde ahora vestirá de Zara, tal y como decía su madrina política, la ex lideresa Esperanza Aguirre.