Los datos en esta ocasión tampoco acompañan a la Xunta de Galicia en lo que a positivos se refiere, si bien es verdad que sí en cuanto a vacunación en general. En las últimas 24 horas los más de 8.400 positivos elevan el número de casos activos a los 64.781. Sin embargo, los que, según los expertos, pueden ser los últimos coletazos de la actual ola de la pandemia, están provocando unas consecuencias que van más allá de los aspectos médicos y que se centran, tal y como desde mucho antes de la crisis sanitaria se había denunciado desde diversos sectores, en la precariedad del sistema gallego de salud.

Esta situación, tal y como han señalado en repetidas ocasiones organizaciones como la Asociación Galega en Defensa da Sanidade Pública o sindicatos médicos o de enfermería, deriva de los recortes y las privatizaciones practicados desde el Gobierno que preside Alberto Núñez Feijóo.

En los últimos días y horas se han intensificado las protestas y los comunicados de denuncia a causa del colapso que padece la Atención Primaria dedicada en precario y casi en exclusiva al coronavirus y, por ende, el resto de la sanidad pública gallega.

A las manifestaciones celebradas en diferentes localidades de la zona sur de la provincia de Pontevedra, se suman las concentraciones de hoy mismo en diferentes hospitales de la región convocados por Enfermeiras Eventuais en Loita. En concreto, estas acciones de protesta se han llevado a cabo ante las puertas del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo; el Lucus Augusti, de Lugo; y el centro hospitalario Novo de Ourense.

El motivo, tal y como han explicado las convocantes, se encuentra en las medidas adoptadas por la gerencia del Servizo Galego de Saúde, Sergas en relación con “la contratación de personal jubilado y por la precariedad laboral a la que nos vemos sometidas diariamente, criminalizándonos, empleándonos como personal de usar e tirar y sufriendo la contratación por días y sin un ápice de transparencia”.

En la misma línea se ha pronunciado el sindicato de enfermería SATSE. Según esta organización, se está produciendo una “nefasta gestión” de las listas de contratación por el Sergas. Como ejemplo ponen estos profesionales lo que ocurre en el Área Sanitaria de Vigo donde, como han explicado, “20 profesionales están hoy a la espera de ser llamadas para un contrato, mientras existen enfermeras y enfermeros jubilados que están trabajando”. Esto, denuncia SATSE, es así por “supuestamente no hay enfermeras en las listas de contratación”.

La conclusión del sindicato es muy clara y define esto como “total despropósito” por parte de la Consellería de Sanidade puesto que “debería tener una previsión de trabajo más organizada”.

En palabras de la responsable autonómica de la organización, Malules Carbajo, en próximos días, se producirá el cese de más enfermeras que pasarán a incrementar “las listas de contratación”, y esto mientras se siguen trabajando los jubilados llamados estas semanas. A su juicio “esto es intolerable, una falta de respeto hacia las enfermeras” que deben “tener prioridad siempre por delante de las jubiladas” .

Pero hay más, porque también la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Galicia (CESM) ha querido, a través de un comunicado, dejar clara su crítica a la gestión de la pandemia desde el punto de vista de personal llevada a cabo por la Xunta.

En este sentido, además de “reivindicar” el trabajo de los “profesionales sanitarios durante los casi dos años de pandemia”, ha rechazado lo que califica como “injusto trato recibido por parte de determinadas instancias de la Xunta de Galicia”, así como por “algunos usuarios de centros de salud de la Costa da Morte y de O Salnés”. Para la CESM problema de fondo se encuentra en “la falta medios para poder atender a los pacientes como corresponde”.

La organización sindical ha puesto de manifiesto que, mientras que el trabajo se ha multiplicado, el número de facultativos se ha reducido por bajas y jubilaciones. El resultado es lo que se están observando actualmente de manera más cruda, es decir, “una Atención Primaria y una Atención Hospitalaria al borde del colapso, con unos usuarios que no pueden ser atendidos en tiempo y forma por falta de recursos, y con una administración sanitaria incapaz de dar soluciones a los problemas y abandonando a su suerte a usuarios y médicos”.