A la espera de que mañana se dé a conocer si el Gobierno que preside Alberto Núñez Feijóo, tras la reunión de esta misma tarde del Comité de expertos, decide echar por tierra todas o parte de las medidas restrictivas por la pandemia, el Parlamento gallego sigue siendo el ring elegido para la pelea dialéctica a propósito de las consecuencias derivadas del covid. En esa escalada, la situación de la sanidad pública, en general, y la atención primaria, en particular, ocupan los primeros puestos de una batalla que viene de lejos.

Este mismo martes, el titular de Sanidade, Julio García Comesaña, compareció en el Parlamento a petición propia. La previsión era que hiciese un balance del avance de la pandemia. Sin embargo, tal y como ayer por tarde adelantó el propio presidente gallego, Núñez Feijóo, en el programa de La Sexta, Más Vale Tarde, el conselleiro dedicó buena parte de su alocución a hablar de que la evolución de la pandemia, a pesar de las cifras, no es ni mucho menos tan negativa como en el resto del Estado.

García Comesaña, además, también evaluó el impacto de la crisis sanitaria en la atención primaria, instante en el que aprovechó para anunciar que más de 150 médicos se han inscrito en las listas de contratación para ser nombrados con carácter provisional como técnicos de salud en los centros de salud. El objetivo es que su incorporación se produzca en febrero.

Entre las labores que, según dijo, tendrán encomendadas se encuentran las de apoyo ayudando “en la gestión de la sobredemanda” para que los médicos de familia “puedan seguir centrados en la atención ordinaria y en el seguimiento de pacientes crónicos”, según explicó la Consellería de Sanidade en un comunicado. En cuanto a las tareas administrativas se refiere la Xunta a la tramitación de bajas, elaboración de informes, renovación de recetas y, en su caso, el seguimiento de pacientes covid.

Una crisis del sistema de años

García Comesaña aseguró durante su discurso en el Pazo do Hórreo que fueron muchas las medidas adoptadas por Sanidade durante la pandemia, enumerándolas una tras otra, que unió a “las tomadas en los últimos años por la Xunta para reorganizar la atención primaria”.

Curiosamente, tiempo antes de que estallase la actual crisis sanitaria, médicos, personal de enfermería y pacientes en general se habían manifestado en repetidas ocasiones contra los recortes y la privatización que, a su juicio, viene padeciendo la sanidad pública gallega desde hace más de una década.

La respuesta le llegó de los partidos de la oposición. Julio Torrado, portavoz de Sanidad del Grupo Socialista, recordó a García Comesaña que la Xunta apostó durante años “por recortes y el conformismo”, en lugar de proponer soluciones a los problemas que eran “acuciantes” en materia de recursos y modelo mucho antes de la pandemia.

A su juicio, uno de los ejemplos más claros de lo que está sucediendo con la sanidad pública a causa de la gestión llevada a cabo desde el Ejecutivo de Feijóo tiene que ver con la atención primaria y las dificultades para lograr una atención personal de los pacientes. Para ello hizo una comparación de lo más llamativa, al aseverar que, en la actualidad, “es más fácil” acceder a un “estadio de fútbol o un acto religioso que a un centro de salud”, hasta el punto de “lamentar” que estos centros son los últimos en recuperar la normalidad. “Ya estábamos bastante mal antes del covid”, dijo, al tiempo que añadió que la falta de recursos era muy evidente, tal y como denunciaron en repetidas ocasiones los profesioales.

Hoy, en sede parlamentaria, Torrado insistió en que, desde 2009, primer año de la primera legislatura de Núñez Feijóo al frente de la Xunta, la atención primaria gallega perdió a casi un millar de profesionales, a lo que sumó otras carencias que presenta la sanidad pública en la región.

Similar ha sido la argumentación del Bloque Nacionalista Galego. Su portavoz en materia sanitaria en el Parlamento regional, Montserrat Prado fue muy contundente al resaltar que o se toman las decisiones correctas de carácter estrutural para fortalecer la atención primaria, algo que “ya no admite más demoras”, o estos problemas “se mantedrán o, incluso, aumentarán” con el paso del tiempo.

Prado, además, le echó en cara al conselleiro de Sanidad que “viene usted tarde a este Parlamento, a repetir las mismas medidas, sin nada nuevo”, para agregar que “viene a decir que estamos dentro de la normalidad” cuando la tensión del sistema sanitario “está en una cotas nunca antes imaginadas”.

Tampoco olvidó los recortes al afirmar que dejan "excluídas y tiradas" a los más vulnerables después de poner en práctica “durate años políticas neoliberales y economicistas”. A su juicio, todo parece responder a una estrategia perfectamente estudiada a la que dio el nombre de “voladura programada”. Es el fruto, según comentó, de un “proyecto calculado de menos sanidad pública para poder engordar la privada". Para completar su argumentación retó al propio García Comesaña a realizar un estudio para saber “cuánto aumentaron los seguros privados desde que ustedes gobiernan”.