Antes de las elecciones autonómicas gallegas de 2020 algunas voces reclamaron a la líder nacional del BNG un posicionamiento más contundente en relación con el autogobierno y, desde ciertos sectores, la independencia. En aquel momento, Ana Pontón optó por un perfil más moderado, de ahí la petición de esos ámbitos de su formación e, incluso, llegó a decir que no era el instante adecuado para hablar de este tipo de cuestiones. 

De vez en cuando, y normalmente a preguntas de periodistas, Pontón deja entrever el carácter nacionalista del Bloque, un posicionamiento que se recalcó en cierta medida durante la campaña electoral del 23 de julio.

Esos planteamientos estaban quizás alimentados por unas perspectivas que, en el mejor de los casos, hablaban de la posibilidad de un grupo parlamentario propio en la Cámara baja o, en el peor, de la consecución de la segunda acta de diputado en Madrid.

El resultado de hace quince días, sin embargo, a pesar de la ligera subida en los apoyos, fue un jarro de agua fría para las expectativas del Bloque Nacionalista Galego. Así lo reconocía la propia Ana Pontón esa noche del 23 de julio, en la que además ponía el único diputado de su formación a disposición de un posible Gobierno progresista a cuyo frente estaría el actual presidente en funciones, Pedro Sánchez. 

Curiosamente, ese ofrecimiento fue modulándose en las horas siguientes y así, a causa de las quejas internas y de los posicionamientos más contundentes de nacionalistas vascos y catalanes, Pontón cambió el apoyo casi garantizado por un respaldo condicionado al líder de los socialistas, frente al binomio Feijóo-Abascal.

Estos días han servido para que las exigencias directas, los globos sonda o las cortinas de humo permitan conocer lo que pide cada formación a cambio de su apoyo en una hipotética investidura de Pedro Sánchez.   

Hoy ha sido el único diputado electo del BNG, Nestor Rego, el que también ha dejado claro lo que su formación pedirá a cambio de ese respaldo. No será "un cheque en blanco a nadie" para facilitar una investidura de Sánchez.

"Un nuevo estatus"

La reclamación de los nacionalistas gallegos pasan por el fortalecimiento del autogobierno de la Comunidad Autónoma. No obstante, Rego ha ido más allá al hablar de "un nuevo estatus" que, a su vez, permita el reconocimiento de Galicia como nación.

En declaraciones a Radio Euskadi, el parlamentario gallego ha reconocido que el Bloque tiene "mayor coincidencia de posiciones" con EH Bildu que con el PNV, con cuyos dirigentes, pese a todo, mantiene "una relación cordial". En relación con estos y otros partidos, ha defendido que sería positivo que "se pudiese visualizar una mayor unidad de acción de fuerzas soberanistas, nacionalistas o independentistas".

En este sentido, Rego ha señalado que la situación política en el Estado "no es en absoluto fácil", añadiendo que "sería positivo" que quien tiene la responsabilidad de gobernar buscase fórmulas para conseguir acuerdos con las fuerzas políticas que "representan" a Euskadi, Galicia y Cataluña, en referencia a las negociaciones con Pedro Sánchez.

Precisamente, al hilo de lo anterior, el diputado del Bloque Nacionalista Galego ha asegurado que el reto del PSOE pasa por "avanzar en los derechos de esas naciones" ya que el BNG "tampoco va a dar un cheque en blanco a nadie". "El PSOE deberá sentarse a hablar con el BNG... lo fundamental es que no exista una repetición electoral y no tenga ninguna posibilidad de gobernar la derecha, pero también que Galicia esté presente en el debate político", ha afirmado.

Este es el motivo por el que ha abogado por "agrandar y fortalecer" el autogobierno en Galicia con "un nuevo estatus político" que llegue a su reconocimiento "como nación" y, al mismo tiempo, sirva para "blindar las competencias". Además, ha advertido de que cualquier acuerdo futuro con los socialistas "debe pasar por mayores garantías de cumplimiento" que en la pasada legislatura.

"Tenemos un papel fundamental y sería una pena desaprovechar esa oportunidad histórica de no avanzar en derechos de las naciones. Todo eso se consigue también con mayor coordinación", ha expresado.

Por último, ha aplaudido que Sumar tenga previsto llevar al Congreso una reforma para permitir el uso del euskera, catalán y gallego en los plenos y ha advertido de que se trata de una reivindicación que las fuerzas soberanistas han defendido en pasados mandatos.

Estas declaraciones de Rego, sin dejar de contextualizarlas en el marco de las negociaciones y conversaciones que se han abierto o lo harán en próximos días de cara a llegar a un acuerdo para la investidura, deben entenderse también dentro del clima pre electoral que se vive en Galicia.

El año que viene los gallegos volverán a las urnas y con esa perspectiva se entienden muchos de los movimientos que realizan las formaciones. Además, a pesar de que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, lo ha descartado en varias ocasiones, no cesa la fuerza del rumor de un adelanto electoral.