“La diversidad implica mayor riqueza para nuestro país. Sería muy positivo”. Estas han sido las palabras escogidas por la líder de Sumar, Yolanda Díaz, tras poner sobre la mesa la posibilidad de debatir y pronunciarse en las lenguas cooficiales en las Cortes generales. La también vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo expone que España es un “país de países”, “muy diverso y plural”, por lo que las “distintas identidades” merecen su espacio en todas las instituciones, especialmente en las troncales, por “derecho” propio. Por este motivo, ha resucitado la idea, en su momento defenestrada por sus socios de Gobierno (PSOE), Partido Popular, Vox y Ciudadanos de abrir la Cámara Baja a los nuevos tiempos y permitir el uso del catalán, euskera y gallego en los plenos.
Yolanda Díaz ha desfilado ante las cámaras de La Hora de TVE, desde donde ha desempolvado un antiguo y frustrado debate. La primera espada de Sumar ha puesto sobre la mesa la posibilidad de reformar el artículo 6 del Reglamento del Congreso, con motivo de la constitución de las Cortes -fijada para el próximo 17 de agosto-, y modernizar la institución para adaptarla a los nuevos tiempos y, sobre todo, a las nuevas realidades. La ministra de Trabajo, que ha exhibido un deslumbrante optimismo al referirse a los históricos datos del paro y de afiliación a la Seguridad Social, lanza de esta guisa el guante a sus socios, quienes ya se opusieron en su momento a reformular la normativa de la Cámara Baja. De hecho, empaqueta esta reforma como necesaria en una España que cataloga como “país de países”, además de una nación “diversa y plural”. “Las distintas identidades merecen este derecho”, ha apostillado la vicepresidenta segunda del Gobierno.
Desde Sumar han lanzado este reto, interpretado también en clave guiño a las formaciones nacionalistas catalanas, vascas y gallegas, claves en la conformación de un nuevo Gobierno. A pesar de este hecho y de la enconada postura de Junts, la líder de la plataforma progresista evita enmarcar esta propuesta como una suerte de moneda de cambio o concesión en los márgenes de una negociación para la investidura de Sánchez. De hecho, ha subrayado que este “compromiso” ya se incluía en el programa electoral del partido fucsia para los comicios del 23 de julio. Estima “importante”, máxime con la constitución de las Cortes a la vuelta de la esquina, que sus señorías puedan hacer uso de las lenguas cooficiales. Un hecho que hasta la fecha se antoja inconcebible.
Para acometer la reforma, Sumar deberá seducir a un Partido Socialista que hace un año se negó a tocar ni una coma del artículo 6 del Reglamento del Congreso. Los de Sánchez, junto a PP, Vox y Ciudadanos, tumbaron la tramitación para permitir el uso generalizado de las lenguas cooficiales en la Cámara, tanto en el pleno como en las comisiones, con la preceptiva traducción simultánea. Además, se abría una puerta a registrar iniciativas redactadas en catalán, gallego y euskera. Fuentes de la formación defienden que los parlamentarios puedan expresarse en “los idiomas de sus comunidades autónomas de origen”, aunque lamentan que no se haya llevado a cabo la reforma todavía. “Tiene encaje constitucional. La diversidad es mayor riqueza para nuestro país. Sería muy positivo”, ha justificado la vicepresidenta segunda del Ejecutivo.
De hecho, la formación progresista pone como ejemplo el Senado, donde actualmente está permitido el uso del catalán, gallego y vasco, aunque de forma parcial. El reglamento de la Cámara Alta tan solo allana el camino a las lenguas cooficiales en la presentación de escrito, la Comisión General de las Comunidades Autónomas y en el debate de mociones. "La nueva legislatura debe empezar a andar garantizando que las lenguas oficiales puedan usarse también en el Congreso, protegiendo y dando visibilidad a la pluralidad lingüística de nuestro país", deslizan desde el entorno de la líder de Sumar, recordando que el Gobierno de coalición ya solicitó el uso de las lenguas cooficiales en el Parlamento Europeo
Lío con Podemos
Sin salir en exceso de la Carrera de San Jerónimo, la líder de Sumar ha valorado la relación de todas las plataformas cobijadas bajo el paraguas fucsia con Podemos. Los morados aspiran a saltarse el acuerdo rubricado con Yolanda Díaz y conformar grupo parlamentario propio, tal y como avanzó este mismo martes ElPlural.com. La fuerza comandada por Ione Belarra dentro del espacio de Sumar ha reclamado con vehemencia su autonomía, exhibiendo una línea discordante con el relato oficialista especialmente en clave electoral. Incluso el otrora motor de la izquierda a la izquierda del PSOE persigue teñir de púrpura un ministerio del futuro Ejecutivo progresista.
Sin embargo, la vicepresidenta segunda ha eludido el cuerpo a cuerpo con los dirigentes morados, al menos en público, subrayando que la coalición no es sino una conjunción de fuerzas para edificar un “movimiento ciudadano” que seguirá su curso y ganará músculo a partir de septiembre. “En estos días estoy teniendo reuniones con las organizaciones de Sumar y he hablado con la secretaria general de Podemos; respeto las declaraciones y no las comparto", ha asegurado. Díaz, tras ser interrogada por la posible ruptura de la disciplina de voto por parte de Podemos, ha lanzado un aviso a navegantes: "Todas las formaciones van a cumplir el acuerdo que han suscrito con Sumar y que es claro. A nadie le interesa una repetición electoral y la formación política que permita esta repetición va a ser castigada por los ciudadanos en las urnas".