Rafaella Resources tiene entre sus proyectos más importantes el de la mina de Varilongo, en la población coruñesa de Santa Comba, en Galicia. Esta empresa australiana la adquirió hace aproximadamente un año al hacer con Galicia Tin & Tungsten por alrededor de 2,6 millones de euros. El objetivo de la compañía es extraer de la explotación tungsteno o wolframio, llamado también “oro negro de los nazis” por el uso que hicieron de este metal para la fabricación de armas para la Segunda Guerra Mundial.

En la actualidad sigue siendo muy utilizado para diferentes productos y por diversos sectores por su resistencia.

Desde que la empresa Rafaella Resources adquirió la mina, no han sido pocos los problemas con los que se ha encontrado. El último lo acaba de hacer público Ecoloxistas en Acción que ha llamado la atención sobre el peligro grave “por la situación de labores mineras sin restaurar en el Grupo Minero Santa Comba”.

La organización apunta directamente al jefe territorial de la Consellería de Economía, Emprego e Industria de A Coruña para que adopte “las medidas” que corrijan las citadas condiciones.

En este sentido, a través de un comunicado, los ecologistas le recuerdan a dicho alto cargo que “la dejación de funciones puede tener graves consecuencias” en cuanto a “pérdida de vidas humanas, otros daño y perjuicios económicos derivados”.

Esta explotación permanecía abandonada desde hacía 34 años, pero en este período, tal y como han denunciado diferentes colectivos en los últimos años, no se han adoptado las medidas oportunas en algunas de las áreas de la mina que suponen un peligro para personas y animales.

Expediente sancionador

Ecoloxistas en Acción de Galicia también reclama a la jefatura territorial que abra un expediente sancionador a la empresa concesionaria, 'Galicia Tin & Tungsten SL', por “haber generado una situación de riesgo al no cumplir sus obligaciones de mantener con seguridad las labores mineras dentro de las concesiones”.

Como consecuencia de lo anterior también insta a la administración autonómica a que revise de manera urgente y de oficio el “Proxecto de restauración del Grupo Minero Santa Comba, a la vista de que en su tramitación existen indicios de ilícitos penales”.

Se refiere la organización a que de dicho proyecto está excluido el conjunto de labores mineras, depósito de residuos también mineros y otros pasivos ambientales, “como aquellos que sí constaban en el ‘Proyecto de abandono definitivo de las antiguas labores mineras’” fechado en 2007, así como en otros documentos reguladores.

Estos supuestos incumplimientos, a juicio de los responsables gallegos de Ecoloxistas, se han traducido en el marco de las concesiones al Grupo Mineiro Santa Comba y que se han mantenido “artificialmente vigentes por la Xunta de Galicia a pesar de estar abandonada la explotación desde 1986, en la existencia de “numerosas” labores mineras que no han sido objeto de restauración “ni cuentan con medida alguna de seguridad para evitar riesgos”.

Como consecuencia de esto, en varias ocasiones, animales salvajes o domésticos “cayeron en estos pozos”, según denuncian vecinos y cazadores mencionados por la entidad ecologista.

Ante esta situación vaticina que es solo cuestión de tiempo que, debido a las malas condiciones que presentan, puedan producirse víctimas humanas. Mencionan los ecologistas en el comunicado el episodio vivido el pasado fin de semana, cuando los bomberos tuvieron que intervenir para rescatar un perro que se precipitó 15 metros en uno de estos pozos mineros.

La adopción de medidas en esas zonas con peligro es algo que, como señala Ecoloxistas en Acción, conocen perfectamente desde hace décadas en la jefatura territorial y la propia dirección de la concesionaria.

A modo de conclusión, recuerdan que en los archivos de la propia jefatura existen “numerosas denuncias de particulares”, así como informes de la Consellería de Medio Rural que ponen de manifiesto la gravedad del problema. Hay que subrayar que hace tan solo unos días, esta misma organización denunció los vertidos ilegales de aguas residuales. Según este colectivo, ese bombeo desde el interior de la mina puede ser peligroso puesto que no descartan que esas aguas tendrán "con alta probabilidad" alto contenido de metales pesados.