En los últimos días de campaña retoma fuerza la relación del candidato del PP con el narcotráfico gallego. Alberto Núñez Feijóo empieza a aparecer en medios internacionales que se preguntan cómo es posible un hecho como la amistad negada por el aspirante 'popular' con un narco condenado.

Hoy mismo, en Al Rojo Vivo, con las formas habituales de echar balones fuera, Feijóo dijo que es ya “muy cansino” la referencia del resto de candidatos, excepto el de Vox, a su amistad con Marcial Dorado.

En Galicia, salvando el momento en que aquellas fotos salieron, apenas ha habido alusiones estos años porque el de Os Peares lo tenía todo atado y bien atado en los medios públicos, con un control férreo de los servicios informativos de la televisión y radio gallegas, y privados, con subvenciones millonarias de diferentes colores.

Pero a nivel nacional e internacional, con la excepción de la fuerza mediática de la derecha que es potente y parece dispuesta a seguir esa misma estrategia gallega, sus amistades peligrosas sí tienen interés.

Por su parte, en la región gallega, hoy han sido muy contundentes y le han exigido a Feijóo que “pida perdón”.

Ha sido en el marco del acto de conmemoración de los 15 años de la incautación por parte del Estado y tras sentencia judicial del Pazo de Baión, hasta entonces propiedad del narcotraficante condenado Laureano Oubiña. La exigencia partió de la presidenta de los socialistas gallegos y candidata al Senado, Carmela Silva, quien le instó a que "pida perdón a las víctimas de la droga" por su relación con Dorado.

Amigo de un narco

El recuerdo de un hecho histórico como fue el paso del Pazo de Baión al Estado tuvo lugar ante las puertas de las propias instalaciones y al mismo acudieron el secretario general del PSdeG, Valentín González Formoso, así como militantes y simpatizantes de su partido y miembros de entidades que luchan desde hace décadas en Galicia contra la droga. Precisamente, no faltó quien hace años fue la artífice de la caída de los grandes e históricos narcos y que hoy es presidenta de Érguete, Carmen Avendaño. 

Avendaño, en su intervención, llamó la atención sobre la situación actual del narcotráfico, al tiempo que exigió a las administraciones que "pongan todos los medios para que la droga deje de entrar" por las rías gallegas. En este sentido, recordó que el problema de la droga "lamentablemente sigue existiendo" y emplazó a continuar con el trabajo iniciado en los años 90 por las organizaciones contra la droga para crear un estado de opinión contra el narcotráfico.

En ese lugar histórico donde hace casi tres décadas ella y otras muchas madres contra la droga protagonizaron su histórica protesta, la presidenta de Érguete pidió "aislar" a los narcotraficantes para que "no tengan facilidades para entrar" en la sociedad.

Por su parte, Carmela Silva, en clave política y electoral, centró su punto de mira en el ex presidente de la Xunta de Galicia y aspirante del PP a la Moncloa, Alberto Núñez Feijóo, a quien instó a “pedir, perdón, darnos explicaciones y hablarle a las familias que perdieron tantas hijas y tantos hijos” por su relación con el narcotraficante Marcial Dorado.

Rememoró ante los medios de comunicación que de aquella amistad de 15 años con este narco reconocido y condenado "derivaron contratos" con la administración pública que, curiosamente, "luego desaparecieron en una inundación para que no hubiera rastro”. Sobre Feijóo dijo que “alguien que tuvo una relación duradera de amistad profunda con un narco no podría en ningún otro país presentarse a candidato a la presidencia del Gobierno".

Será el próximo lunes cuando se cumplan tres lustros de la incautación del Pazo de Baión y el líder de los socialistas gallegos recordó que ese hecho se produjo por parte de un ejecutivo encabezado por el socialista Emilio Pérez Touriño que, según Formoso, "hizo lo que tenía que hacer" y, curiosamente contra el que se enfrento Feijóo con las mismas tácticas y estrategias que en la actualidad utiliza en la campaña contra Pedro Sánchez.

Formoso, en la línea de Carmen Avendaño, advirtió de la incidencia que sigue teniendo la drogadicción en la sociedad gallega y reclamó “poner activas todas las medidas que el sistema permita y convencer a toda la sociedad de que esta lacra crece”.