A las 00.00 horas de este martes arrancó la huelga indefinida convocada por la delegación gallega del sindicato médico CESM en la sanidad regional. La respuesta hasta ahora por parte de la Xunta es la misma que se ha dado en otras regiones como Madrid, es decir, poner el balón de la culpa por esta movilización en el tejado de quienes hacen el llamamiento y obviar la responsabilidad propia de la administración que ostenta esta competencia. Hay que recordar que este paro lleva anunciado desde hace más de un mes.

En concreto, a principios de marzo pasado esta organización anunció la convocatoria de esta protesta. Más de un mes de antelación con el propósito de abrir algún tipo de negociación por parte de la Consellería de Sanidade, algo que, sin embargo, no ha sucedido.

Así que hoy se inicia una huelga a la que la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Galicia, CESM, pidió en las últimas horas que se sumen todos los médicos y MIR del Servicio Galego de Saúde, Sergas.

Los convocantes argumentan que se ha producido un “deterioro galopante de las condiciones laborales de los trabajadores en la última década, frente a muchas medidas de gran impacto publicitario”, aunque con escasa eficacia real para profesionales y pacientes, según su opinión.

A juicio de CESM el servicio asistencial ha sufrido en los últimos años “un deterioro imparable”, achacando esto más a criterios laborales, “por una mala gestión y falta de organización”, que económicos. Entre sus reivindicaciones, este sindicato cuya representatividad se sitúa en torno al 5% del personal médico menciona derechos laborales, como “la privación del reconocimiento profesional y retributivo que reciben por su trabajo”, que compara con los médicos de otras regiones.

Habla también de la necesidad de que los facultativos cuenten con el “merecido tiempo de descanso que corresponde” y del preciso para “atender bien a los pacientes, porque una consulta o un quirófano son sitios donde se atienden a personas, "no son cadenas de montaje". Además, insiste la organización sindical en el aspecto “innegociable” de la implantación de las 35 horas semanales y reclama, entre otras cosas, la equiparación del precio de la hora de guardia al resto de CCAA.

No apoyada por SOS Sanidade Pública

Con respecto a la Atención Primaria, verdadero caballo de batalla de todo el conflicto, CESM Galicia exige agendas cerradas de 25 pacientes para pediatría y 30 para médicos de Familia, con al menos 10 minutos de tiempo para atender cada caso. En total, alrededor de una docena de medidas que los convocantes consideran de urgente aplicación.

Todavía se desconoce el nivel de seguimiento de una huelga ante la que la Xunta dio a conocer unos servicios mínimos del 100 por cien en algunos servicios. Es lo que sucede en urgencias tanto en atención hospitalaria, como en la atención permanente y las emergencias, un porcentaje que también tendrá que darse en la atención urgente de Primaria.

La huelga ha sido apoyada por los partidos de la oposición. A juicio de Bloque Nacionalista Galego y Partido Socialista han motivos suficientes que justifican este paro, culpando al Partido Popular, con Alberto Núñez Feijóo hasta hace un año y a Alfonso Rueda ahora a la cabeza, de la situación que padece la sanidad pública, tras más de una década de recortes, privatizaciones y falta de inversión.

La plataforma que se ha desmarcado de esta convocatoria es SOS Sanidade Pública, colectivo que ha estado detrás de las multitudinarias manifestaciones a favor de la sanidad gallega, la última hace justo dos meses.

Se da la circunstancia de que su portavoz, Manuel Martín, ha anunciado una nueva “movilización social y profesional” el próximo día 26 de este mes en “defensa de la Atención Primaria pública y como apoyo a la iniciativa legislativa popular”.

SOS Sanidade Pública ha hecho este anuncio hoy martes coincidiendo con la celebración mañana del Día Mundial de la Atención Primaria. “Aún tenemos una Atención Primaria de las mejores del mundo según la Organización Mundial de la Salud, por lo que perderla supondría un desastre de consecuencias incalculables”, en palabras del portavoz de la plataforma Manuel Martín.

En cuanto a las medidas de las que presume la Xunta que ha adoptado sobre este servicio fundamental, a su juicio son “meros retoques” que solo sirven para “maquillar la realidad”. Asimismo, ha vuelto a cargar contra el cambio introducido por la Consellería de Sanidade, que dirige Julio García Comesaña, instando a que vuelva a la dedicación exclusiva de los facultativos tal y como se encontraba regulada.