La sanidad pública gallega atraviesa uno de los peores momentos de su historia como consecuencia, según sus defensores, asociaciones de profesionales y colectivos de usuarios, de los recortes y las privatizaciones a las que se ha visto sometida desde la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia de la Xunta en 2009.

El covid provocó un terremoto que erupcionó a medida que la pandemia iba quedando atrás y las costuras del sistema público gallego saltaban por los aires por la falta de inversión y los continuos recortes, la escasez de personal y la precariedad laboral.

Desde la Xunta se ha tratado de tapar esta situación en base a medidas y anuncios; sin embargo, en más de una ocasión, los propios profesionales las han calificado de “ocurrencias” o “parches”.

La provincia de Pontevedra ha sido una especie de banco de pruebas por parte del Servizo Galego de Saúde, Sergas, de buena parte de esas controvertidas iniciativas. Quizás por eso la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Galicia (CESM) eligió en las últimas horas la capital de las Rías Baixas para hacer un “llamamiento a todos los facultativos” del Sergas con el objetivo de que sigan la huelga convocada “con carácter indefinido” desde el próximo 11 de abril.

A poco más de un mes para que llegue esa fecha, la Xunta y su conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, tendrán que sentarse a negociar y, a tenor de lo visto, no parece que el consenso sea sencillo.

El paro, según explicaron desde CESM, persigue dar la vuelta a la “lamentable situación” por la que atraviesa la sanidad pública gallega “desde hace una década” y que la pandemia ha sacado aún más si cabe a la luz. La convocatoria afectará a todo el Servizo Galego de Saúde y el 061 y es un llamamiento “con carácter general” para todos los facultativos de centros de atención sanitaria en Atención Primaria y Hospitalaria, en el Centro Coordinador FPUS-061 y en las Bases Medicalizadas de las USVA, tanto de jornada ordinaria como los de atención continuada o guardia médica.

Reivindicaciones

Cabe recordar que este sindicato, uno de los más críticos con la gestión de la Xunta y al que el tiempo ha ido dando la razón a sus críticas y denuncias, mantuvo desde inicio del año varias reuniones con responsables de la sanidad pública gallega para intentar algún acuerdo de mínimos que “evitase tener que acudir a las movilizaciones”. El problema es que, para CESM, los interlocutores fijados por el presidente autonómico, Alfonso Rueda, y la Consellería de Sanidade, no mostraron “una mínima voluntad política y capacidad de decisión”, de ahí la convocatoria.

Esta organización establece como medidas imprescindibles, tanto para los profesionales, como para los pacientes que se fije para todo el personal del Sergas la jornada de 35 horas semanales. Asimismo, reclaman un aumento del precio de la hora de guardia presencial y localizada (con diferencia entre días laborales y fines de semana o festivo), incluidos los MIR; la generalización del complemento específico bajo el principio igual trabajo igual remuneración y la declaración de los días 24 y 31 de diciembre como no laborales para el personal sanitario, como ya lo disfruta el resto de la función pública de Galicia.

En materia de Atención Primaria, el sindicato tras reconocer que es la que está en una “situación más crítica”, suma a estas condiciones generales de precariedad a la Hospitalaria.

Ante esto, diferencia entre las medidas que son de “urgente necesidad en cada uno de estos dos ámbitos”, entre lo que menciona la implantación de “agendas cerradas con un máximo de 25/30 apacientes y un tiempo no inferior a 10 minutos por paciente para los Médicos de Familia y Pediatras de Atención Primaria”. Con respecto a la Telemedicina, invita a que se trate a través ella los casos indicados por el facultativo, y retirando del Xide (Xestión Integral da Demanda en Equipo).

Otras de sus reivindicaciones tienen que ver con la implantación de las Urgencias Extrahospitalarias 24 horas al día todo el año debido a que en la actualidad se producen colapsos en las de los hospitales con demasiada frecuencia.

Estas y otras peticiones que describieron en las últimas horas desde esta organización son consideradas, en su gran mayoría, de rápida y sencilla puesta en marcha. CESM Galicia mostró, ante la convocatoria de huelga, en caso de no haber acuerdo previo, sí exista “voluntad” para que se determinen con la administración los servicios mínimos. El objetivo, según comentaron en un comunicado, es que los usuarios se vean “lo menos perjudicados posible”.