Han transcurrido casi tres meses desde que Alfonso Rueda lograra la mayoría absoluta en Galicia como cabeza de lista, por vez primera, del Partido Popular. Siguiendo los trámites establecidos, y aunque con más retraso del inicialmente previsto por diferentes razones, entre ellas la boda del alcalde de Madrid que 'obligó' al recién elegido presidente gallego a posponer una semana su toma de posesión, este martes ha cumplido con su visita al rey Felipe VI para dar cuenta de su nombramiento.

Ayer, Alfonso Rueda dejó claro que hoy trasladará al monarca que Galicia "se encuentra cómoda" en el marco constitucional, algo que a su juicio "decidió" la población en las elecciones autonómicas celebradas el pasado 18 de febrero.

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La afirmación del presidente gallego en referencia a lo que hoy comentará al rey en el Palacio de la Zarzuela la hizo ante los medios al ser preguntado sobre este encuentro. En este sentido, aprovechó para mostrar su agradecimiento a Felipe VI por una reunión que ha enmarcado en la "normalidad institucional"; en ella, según anunció, le trasladará que "la mayoría de Galicia decidió que el marco en el que se encontraba cómoda era un marco constitucional que determina una forma de gobierno en nuestro país".

Además, en la cita intercambiarán información sobre la situación de Galicia en particular y de España en general, porque, a su juicio, “también todo lo que pasa en España afecta a Galicia", ha señalado.

Como suele suceder con los dirigentes del Partido Popular, Alfonso Rueda no dudó en referirse a Pedro Sánchez. En este sentido, explicó que, una vez celebrado este encuentro con Felipe VI, trasladará la petición formal al presidente del Gobierno, para que le reciba. Sobre esto aseguró que “espero que, dentro de los plazos comprensibles, tenga la misma celeridad que la reunión que voy a tener mañana".

Cabe recordar que el presidente gallego será la segunda vez que acuda a la Zarzuela como máximo representante político de la región, ya que lo hizo también tras ser designado por primera vez en el año 2022, tras sustituir a Alberto Núñez Feijóo, al dar este el salto a Madrid.

En las elecciones de pasado mes de febrero, Alfonso Rueda logró revalidar una consolidada mayoría absoluta del PP, con 40 de los 75 escaños del Parlamento autonómico en liza.

Luchas internas

Precisamente, uno de los aspectos que más han llamado la atención del nuevo Gobierno elegido por Rueda es que ha eliminado las conexiones que existían con los 13 años de Feijóo al frente de la Xunta de Galicia.

Para el Bloque Nacionalista Galego, en palabras de uno de sus portavoces, el presidente gallego solamente ha basado los cambios en las luchas internas en el PPdeG. Así, Luís Bará aseguró estos días atrás que, además de estas peleas, el ejecutivo responde a los intereses de los lobbies económicos y a la estrategia marcada por el PP desde Madrid. El nuevo equipo de Rueda “nos va a salir más caro, pero no va a ayudar a resolver los grandes desafíos que tiene por delante la economía y la sociedad gallega", agregó.

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Centran parte de sus acusaciones los nacionalistas en la Consellería de Sanidade, donde tal vez ha sido más visible el cambio, empezando por el propio titular, Julio García Comesaña.

Sobre esto, Bará llegó a indicar que los cambios son “cosméticos” y buscan únicamente esconder lo que calificó como “fracaso estrepitoso” de las políticas de los 'populares', como es el caso de la sanidad.

Uno de los movimientos que más han llamado la atención dentro del nuevo ejecutivo de Alfonso Rueda se refiere a Diego Calvo, ascendido a una vicepresidencia por Feijóo y 'degradado' ahora en el nuevo equipo del pontevedrés. Para el parlamentario del BNG, su caso es el paradigma de esas luchas internas, puesto que Calvo, con sus nuevas competencias, además de la vicepresidencia primera de la Xunta pierde también “el control de las delegaciones territoriales” y recibe el “regalo envenenado” de Mobilidade.

Sea fruto de la casualidad o no, de la falta de confianza o de cualquier razón que se argumente sobre estos cambios, lo cierto es que Diego Calvo fue puesto por parte de Alberto Núñez Feijóo en la terna de sus sustitutos cuando dio el salto a Madrid. En algunos sectores del PPdeG se consideraba el verdadero delfín del ahora presidente nacional del partido.

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