La portavoz socialista de medio ambiente, Patricia Vilán, instó al gobierno de Feijóo a dejar de utilizar el glisofato como pesticida en la limpieza de las carreteras gallegas. Durante la comparecencia de la parlamentaria en la Comisión de Medio Ambiente acusó a la Xunta de utilizar este plaguicida cancerígeno, que será prohibido en 2022.

Vilán advirtió de la peligrosidad que supone la utilización del glisofato para el medio humano y acuático ya que, según la OMS, “hay pruebas convincentes de que este plaguicida puede causar cáncer en animales y hay pruebas limitadas de carcinogeneidad en humanos”. De hecho, en marzo de 2015 la Organización Mundial de la Salud clasificó al glifosato como “probablemente carcinógeno”, tras la publicación de un amplio estudio por parte de la Agencia de Investigación sobre el Cáncer, que demuestra que esta sustancia favorece la aparición de Linfoma No-Hodgkin en humanos y causa daños en el ADN, además de provocar cáncer en animales de laboratorio.

Al mismo tiempo, explicó la diputada, desde la Sociedad Gallega de Historia Natural se muestra preocupación por las fumigaciones indiscriminadas que pueden “terminar contaminando los pozos y, por tanto, afectar a la salud humana”. Del mismo modo acusó a los populares de “votar contra las propuestas de la oposición para acabar con la utilización del glisofato”. Sin embargo, de forma contradictoria, señaló Vilán, al mismo tiempo que “desde el gobierno gallego se reconoce que es cancerígeno y que priorizan el uso de medios mecánicos o biológicos no contaminantes antes que los más agresivos para el medio ambiente, se sigue utilizando el plaguicida porque es más barato”.

Asimismo, para explicar los peligros del uso del pesticida, la socialista citó la sentencia del Tribunal de Estados Unidos contra la internacional Monsanto, que condenó a la empresa a pagar una multa millonaria a los demandantes “por la relación causa-efecto entre el uso del glisofato y el cáncer en las personas”. Para terminar, la portavoz, instó al gobierno de Feijóo a “avanzar en el uso de otros productos y priorizar la salud humana y el cuidado del medio ambiente antes que los beneficios económicos”.

Lo cierto, según concretaron expertos a este medio, es que existen alternativas viables a los herbicidas químicos para el control de la vegetación no deseada, tales como los métodos mecánicos o térmicos que se utilizan en la mayor parte de los países europeos, que además de ser más respetuosos con la salud de las personas y con el medio ambiente suponen un mayor potencial en la generación de empleo.