A fecha de hoy, del nuevo estatuto de autogobierno para Euskadi solo sabemos dos cosas: conocemos el nombre de los “5 Expertos Vascos” que han de redactarlo, a partir de las bases acordadas entre PNV y la extrema izquierda (léase EH Bildu) y tan cercanas el lamentable proyecto Ibarretxe, que parecía superado. El otro dato, el sexo final del estatuto que debe sustituir al de Guernica, es una incógnita.

Quedan por delante ocho meses de gestación, porque así lo ha decidido la Comisión del Parlamento vasco que viene discutiendo desde hace año y medio el proyecto. Les han leído la cartilla a los expertos presentados por cada grupo parlamentaria para que no cambien ningún aspecto sensible del acuerdo del nacionalismo. Pero les dejan abierta la posibilidad de la redacción de cada uno de ellos pueda contar con el voto ponderado del grupo parlamentario que los ha propuesto. Es decir: tanto tienes, tanto vale tu opinión. Pero eso será dentro de ocho meses.

Nadie quiere mantener abierta la discusión sobre el futuro del autogobierno hasta que pasen las elecciones municipales y autonómicas que se avecinan. Sobre todo, los dos socios de Gobierno (PNV y PSE-PSOE) porque se corre el riesgo de que ese pacto vuele por los aires antes de lo previsto, que lo hará en cuanto el Gobierno de Xxxxx pase el Rubicón de los presupuestos, el de España y el de Euskadi, tan ligados uno a otro como iremos viendo cuando se abran al público las negociaciones actuales.

“Estatuto para decidir”

La bondad del aplazamiento hasta que el borrador regrese al Parlamento de Vitoria-Gasteiz va a ser para EH Bildu. A una sola voz -como reclama Patzi Zabaleta, ex líder de una Aralar ya integrada en las siglas que comanda Arnaldo Otegui-. La izquierda abertzale continuará vendiendo el logro de un borrador en ciernes tan cercano como el que el PNV le puso en bandeja con una mano mientras con la otra tapaba la boca a su socio de gobierno, los socialistas del PSE-EE. EH Bildu construirá una pancarta electoral y un cartel para los balcones a precio de oro con el lema de esa campaña: en el País Vaco: “Derecho  decidir”, una reclamación que seguramente ya será mayoritaria depende de para qué y para cuando. En todo caso, es el eslabón del que enganchar la petición constante de independencia que le une a Bildu con el PNV (según la conveniencia del PNV en cada momento).

El nacionalismo de derechas tiene materia para reivindicar como Gobierno en esta legislatura que va a finalizar y sólo le sopla en el cuello el aire de EH Bildu. Echada la pelota estatutaria fuera del campo, el PNV podrá moverse con su habitual y equívoca habilidad hurgando en el sentimiento patrio de sus votantes y otros moderados complacidos con las políticas locales nacionalistas, en expansión territorial. Esa será la valla que contenga el avance del voto abertzale hacia su izquierda, no los intentos del Podemos quebrado de Euskadi por hacerse notar.

¿Sólo 5 expertos justos?

No es un juego de palabras. Los cinco expertos (cuatro hombres y una mujer) elegidos por los grupos parlamentarios para darle cuerpo al acuerdo sobre autogobierno entre PNV y EH Bildu son valorados muy positivamente en todos los ángulos políticos y técnicos, ideología particular a un lado. Sobre ellos pesa la responsabilidad de hacer historia a plazo fijo, porque el actual Estatuto de Guernica está más que superado por los años y las circunstancias políticas y sociales de Euskadi. No es nueva esa valoración, al que el fin de la lucha armada de ETA no quita ni pone argumentos.

Van a encontrar mucho camino en barbecho político y poco auxilio con valor real. El Parlamento se ideó un simil de estudio cualitativo entre 600 personas en cinco puntos diferentes de Euskadi y concedió 47.000 euros a la Sociedad de Estudios Vascos, creada en 1912 y muy reputada en el ámbito lingüístico. Nada más se supo de las conclusiones de ese “estudio” que debía salir de las reuniones de un sábado a la mañana.

Es una ventaja que entre este grupo de elegidos estén algunas personas avezadas en la pelea por la defensa del Estatuto de Guernica. En los diez últimos años, con unos u otros partidos en el poder, han demostrado que arrancar poder en el marco de la política autonomista -al menos eso- es muy difícil. Por “castigo” a una sociedad ya castigada, por el uso de arbitrario de la mayor amenaza, el terrorismo, o por el infranqueable muro del centralismo profesado por el Partido Popular y cabezas pensantes del PSOE. Como en Cataluña, el temor a reconocer o recibir competencias sólo ha aumentado la incompetencia de unos y otros y la tensión nacionalista, porque siempre es más agradecido tener un enemigo grande, mejor hacer de David que de Goliat.

No menos curioso es que la persona elegida por el Partido Popular para representarles como experto en la elaboración de ese borrador de Estatuto sea Jaime >Ignacio del Burgo, presidente de Navarra durante cinco años y todo un símbolo de una Comunidad que nunca tuvo Estatuto de Autonomía.

“4 apellidos vascos y uno navarro”

Mikel Legarda, Iñigo Urrutia, Arantxa Elizondo, Alberto López Basaguren y Jaime Ignacio del Burgo. Estos son los nombres elegidos por los grupos políticos vascos con representación parlamentaria para desarrollar el articulado del que debe ser el nuevo Estatuto de Autonomía para Euskadi.

  • PNV: Mikel Legarda. Diputado jeltzale por Álava. Letrado con distintos cargos en la Administración vasca. Ha sido viceconsejero de Seguridad, asesor de Asuntos Constitucionales y director de Transferencias, Desarrollo Autonómico y Régimen Jurídico. Forma parte del equipo de expertos que ha defendido a la Administración vasca frente a los recursos de la Administración del Estado ante el Tribunal Constitucional contra competencias del Estatuto de Gernika y su desarrollo en leyes vascas. Ponentte para la reforma de los Estatutos de Autonomía de Canarias, Cantabria, Murcia y Valencia.
  • EH Bildu: Iñigo Urrutia Libarona. Doctor en Derecho y profesor de Derecho Administrativo en la Facultad de Economía y Ciencias Empresariales de la UPV/EHU. Experto en derechos fundamentales, derechos de las minorías, derechos lingüísticos, biotecnología y derecho, y regulación económica.
  • Elkarrekin Podemos: Arantxa Elizondo Lopetegi. Profesora en el Departamento de Ciencia Política y de la Administración de UPV/EHU, presidenta de la Asociación Española de Ciencia Política de la Administración desde 2017. Fue secretaria general del Instituto Vasco de la Mujer-Emakunde entre 2009 y 2012.
  • Partido Socialista de Euskadi-EE: Alberto López Basaguren. Catedrático de Derecho Constitucional, investigador de distintos modelos internacionales de descentralización e integración europea, desarrollo del sistema autonómico español, organización institucional en Euskadi y garantías de pluralidad. Investigador sobre reclamaciones secesionistas y sistema federal, los casos de Quebec, Escocia y Cataluña, la retirada de la UE y el Brexit y el federalismo y sistema autonómico español, con especial referencia al País Vasco.
  • Partido Popular:  Jaime Ignacio del Burgo Jurista y presidente del Gobierno de Navarra de 1979 a 1984. Experto en derecho, historia, jurisprudencia y legislación, y en la elaboración de textos de ordenamiento jurídico-político de ámbito nacional, autonómico y foral.