Lo que el jueves parecía un lapsus ha tardado 24 horas en verbalizarse como una realidad. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aseguró en la sesión de control al Gobierno en la Asamblea, que gobernaba “en coalición con Vox”. Una sentencia que incluso sorprendió a destacados miembros del PP de Madrid, como Ana Camíns. Sin embargo, un día después, la jefa del Ejecutivo regional ha aclarado este viernes que sus intenciones para la próxima legislatura pasan por “coaligarse” con la ultraderecha.

“Quiero coaligarme, quiero buscar alianzas para que las distintas formaciones que tenemos claro que hay que buscar prosperidad y bajos impuestos nos unamos”, arrancaba la presidenta madrileña durante un acto celebrado en la localidad de Brunete. Allí ha hecho balance del Plan Terra del Ejecutivo autonómica, sobre el que dice que potenciará al “sector agrario y ganadero” de la región, pero también ha confirmado que el lapsus del jueves no era tal.

A pesar de que el nuevo rumbo del Partido Popular, con Alberto Núñez Feijóo a los mandos, a priori, pasa por una reunificación de todo el espectro del centroderecha en torno a sus siglas, Ayuso transita en otra dirección. El desliz de la presidenta regional ha cristalizado en sus planes de futuro para la próxima legislatura. “Somos partidos distintos y, en muchas ocasiones tampoco estamos de acuerdo, pero creo que es bueno para Madrid”, ha destacado.

De hecho, Ayuso estima que todo lo que conduzca hacia la “libertad” y la “unidad del proyecto en Madrid” y de los madrileños será algo que buscará con las “fuerzas políticas que estén de acuerdo” y le lleven por ese sendero. La lideresa conservadora ha especificado que tiene un gobierno “en libertad” y nacido de las urnas, lo que le permite ejecutar sus políticas en base al “proyecto del PP”. A pesar de ello, asegura que “concita de izquierda a derecha el apoyo de los ciudadanos de Madrid”. “Esto es lo que hay”, ha apostillado.