Bajo el discurso del maltrato animal, Convergència i Unió se afanó en la pasada legislatura en eliminar las corridas de toros. Los nacionalistas catalanes agitaron los más bajos instintos superando el debate animalista y convirtiéndolo en un debate nacional. Un debate que condenó a las corridas de toros pero salvó al bou envolat, porque insultar al toro en catalán, castigarlo en catalán y machacarlo a palos en catalán, no era tanta tortura, según las tesis de los nacionalistas de CiU. Con esta suerte, parecía que los partidarios de los toros fueran españolistas y sus detractores nacionalistas catalanes. Su jugada salió de cine. Los socialistas catalanes intentaron ser equidistantes y finalmente consiguieron ser los culpables de todo.

El PP se vende caro
Sin embargo, el cuento ha cambiado y de qué manera. CiU ahora necesita del PP y, según ha podido saber ELPLURAL.COM, los populares están poniendo caro su apoyo a los presupuestos de Mas. Primero, pusieron sobre la mesa la eliminación de las embajadas. Ahora, quieren tocar un tema que les puede dar muchos réditos, en Catalunya sí, pero sobre todo en el conjunto de España: los toros.

Cajón de sastre
Los populares han puesto en el grupo de “cosas a negociar” a las corridas de toros, mejor dicho su moratoria. Quieren que se plasme en los presupuestos –o en la ley ómnibus, esa especie de cajón de sastre que sirve para todo- una moratoria que permita prolongar la moratoria que finaliza el 31 de diciembre de este año.

Pago de indemnizaciones
El PP está por la labor y pueden ponerles las cosas fáciles a los líderes de CiU. Los populares le plantean la enmienda y la solución. Las corridas de toros en Catalunya no se podrán realizar a partir del próximo año. De esta forma, se cumplirá con la ley, pero no con toda. Hay que cumplir con una parte que los nacionalistas catalanes no tuvieron en cuenta cuando desde la oposición pusieron contra las cuerdas al gobierno de Montilla: el pago de las indemnizaciones.

"Lucro cesante"
Para que el próximo año los toros sean historia en el Principado hay que indemnizar al propietario de la Monumental de Barcelona. Se calcula que esta indemnización ascendería a 200 millones de euros bajo el concepto de “lucro cesante”, es decir, el cese de una actividad cuando todavía está vigente la concesión de la misma. Ahí es nada, cuando los recortes del gobierno catalán están sacando de sus casillas a miles de ciudadanos.

Imagen de estadista
Las dificultades económicas de Catalunya han bajado el tono del ardor guerrero de Mas y los suyos en contra la fiesta de los toros. De hecho, pueden guardar en un cajón el debate nacional y aferrarse a la imposibilidad de pagar una indemnización, que en caso de que se hiciera, provocaría más de una indignación entre los ciudadanos. ¿No hay dinero para la sanidad, ni para la educación, pero sí para los toros? A esta pregunta, Mas prefiere no tener que responderla y está dispuesto a hablar con los populares. La cosa tiene sus aristas pero incluso le puede beneficiar. Saldrá como estadista porque pondrá los intereses del país, la situación actual, por delante de otras decisiones como la eliminación de los toros. Además, podrá guiñar el ojo a los abolicionistas porque les anunciará que la ley se cumplirá, cuando se pueda cumplir. Se dejará algunas plumas en el camino, pero los presupuestos y la estabilidad, son lo primero. Si el PP lo pide, se le dará.

El PP gana por partida triple
El PP de Alicia Sánchez Camacho hace su propuesta consciente que ganará por partida triple. Primero, hace una faena seria y sobria no dando pábulo a un gasto que muchos considerarán innecesario. Segundo, da la vuelta al ruedo, cortando con dos orejas y rabo, porque se convertirá en el salvador de la fiesta en Cataluña. Tercero, saldrá por la puerta grande dejando a los socialistas, otra vez, con el paso cambiado.