Artur Mas saluda a Alfredo Pérez Rubalcaba, ante Pere Navarro, el líder del PSC. EFE Artur Mas saluda a Alfredo Pérez Rubalcaba, ante Pere Navarro, el líder del PSC. EFE



La opción del soberanismo retrocede entre los catalanes con la entrada de la "tercera vía" propuesta por el PSC, de la mano del sector más moderado de Convergència, que se traduce en una reforma federal de la Constitución o más autonomía. Si el pasado martes, una encuesta del Gabinete de Estudios Sociales y de Opinión Pública (GESOP) para El Periódico de Cataluña lo constataba, este domingo un sondeo de El País refleja que un 40% respaldaría la opción de esa tercera vía, frente a un 31% que seguiría optando por la independencia y un 17% que está a favor de mantener el actual estatus.

La tercera vía convence a todos
La tercera vía convence al 65% de los votantes del PSC, al 44% de los de Iniciativa, y, también, a un sector importante de Ciutadans (39%), al 36% de los votantes de CiU, al 31% de los del PP y al 18% de los de ERC.

La mayoría, a favor de una consulta
Eso sí, la mayoría de los catalanes (55%) considera que tiene derecho a decidir de manera unilateral sobre la independencia, frente a un 40% que vota en sentido contrario; algo que también quedaba reflejado en la encuesta del GESOP.

El temor a quedar fuera de la UE
A la pregunta de independencia sí o no, el sí lograría el 46% de apoyos frente al 42% del no. El apoyo a la independencia baja seis puntos si la independencia supusiera que Cataluña quedara fuera de la UE. En este caso el no se impondría con el 48% de los votos. El sentimiento independentista, que no había dejado de crecer en los últimos dos años, retrocede levemente coincidiendo con las advertencias de la Unión Europea de que una secesión dejaría a Cataluña fuera.

Los catalanes suspenden a Rajoy y a Mas
Los catalanes suspenden la gestión que han hecho de la crisis el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y, sobre todo, del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quienes han protagonizado en las últimas semanas varios conflictos protocolarios. Sobre si es posible encauzar la situación, los catalanes están divididos casi a partes iguales entre quienes son optimistas (48%) y quienes creen que no hay una solución (49%). En mayo la percepción era peor: el 63% era pesimista.