Quim Torra se ha propuesto reeditar el camino hacia la república de Carles Puigdemont desde la Generalitat. Conociendo que en la primera sesión no será investido al no tener la mayoría absoluta, ha hecho un breve discurso, con eclécticas citas de autores, como Gabriel García Márquez, Joan Fuster, Václav Hável o Montserrat Roig, así como un homenaje a su predecesora en Òmnium Cultural, Muriel Casals.

Antes de dirigirse al hemiciclo del Parlament a hacer su discurso, Torra ha hablado por teléfono desde el despacho donde ha preparado su discurso con Puigdemont. Un discurso de sólo 50 minutos. En la tribuna de invitados, Artur Mas y los expresidentes del Parlament Núria de Gispert y Ernest Benach, así como los principales dirigentes del PDeCAT, partido al que Torra está estrechamente vinculado.

Su discurso ha estado lleno de guiños a la CUP, prometiendo, por ejemplo, un proceso constituyente con la participación ciudadana, así como el agradecimiento al "pueblo" por sus ansias de la "victoria" frente a "un estado que solo utiliza la violencia".

La primera parte del discurso ha estado dedicada a la reivindicación del proceso y ha asegurado que el nuevo Govern de la Generalitat asumirá "toda la responsabilidad de nuestros actos", como es la construcción de la república desde los preceptos de la igualdad y la fraternidad.

Se ha dirigido en castellano al Rey Felipe y a Mariano Rajoy. Al primero para recordarle que en su visita al Parlament en 1990 dijo que "Cataluña será lo que los catalanes quieran que sea", mientras que al presidente del Gobierno le ha reclamado reunirse para reconducir hacia la política las reivindicaciones catalanas.

Asimismo, se ha dirigido a Jean-Claude Juncker en inglés para reclamarle la implicación de Europa. Tras la petición de diálogo a Rajoy y a Juncker, Torra ha reclamado el diálogo en Cataluña, así como ha exigido dejar de lado el insulto. Esta última parte ha contado con la sorpresa del aplauso de los diputados de Ciudadanos.

Torra ha dicho que asumía el programa de gobierno detallado por Jordi Turull en su investidura fallida y ha ofertado construir la república desde cuatro ejes: restauración democrática de las instituciones catalanas, políticas de progreso social, políticas de prosperidad económica y la recuperación de las delegaciones de la Generalitat en el exterior.

Asimismo, ha prometido la creación de un comisionado que realice un plan de choque que evalúe los efectos del 155, tanto a nivel institucional como económico y social.

El discurso de Torra únicamente ha contado con el aplauso de JxCat y ERC.