La decisión de la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela de ordenar prisión preventiva de los presidentes de ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart respectivamente, ha sacudido el tablero político y social de Cataluña. Un nuevo vuelco de los acontecimientos que obliga a los diferentes agentes del desafío soberanista a fijar su postura. Todos los partidos, catalanes o no, han considerado una torpeza el ingreso en Soto del Real de los Jordis. Todos excepto Ciudadanos y Partido Popular.

La primera respuesta no se ha hecho esperar. ANC y Ómnium convocaron paros en los centros de trabajo a las 12:00 horas y movilizaciones a las 20:00 para “reclamar la libertad” de lo que consideran “presos políticos”. Carles Puigdemont, y el vicepresident y consejero de Economía, Oriol Junqueras, se han movido en la misma tónica. El president de la Generalitat ha señalado que es “una muy mala noticia” y que “pretenden encarcelar ideas”, mientras que el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya ha señalado que “pedimos hablar, sentarse y dialogar y el PP, vía Fiscalía, responde con prisión incondicional”.

Podemos y los Comunes también ha sido soberanamente claros y tajantes. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha mostrado su “rechazo frontal” y ha calificado de “barbaridad” que se decrete prisión preventiva por “convocar una manifestación”. En la misma línea -más duro incluso- se ha movido Pablo Iglesias, quien ha cargado directamente contra el Partido Popular: “Corruptos del PP libres. Independentistas catalanes presos. El PP y su Gobierno están destruyendo la democracia española”, ha aseverado.

En los pasillos del Congreso de los Diputados, la portavoz parlamentaria adjunta de Podemos, Ione Belarra, ha incidido en que “las detenciones y las estrategias judiciales están en la línea de la vulneración de derechos humanos y de derecho civiles y políticos”. El secretario general de Podem, Albano Dante Fachín, la federación de los morados en Catalunya, ha señalado la torpeza y la crisis que puede provocar los encarcelamiento con un mensaje a través de Twitter acompañado de varias imágenes.

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, también ha mostrado su rechazo a la detención de los líderes de ANC y Ómnium Cultural, tachando la medida de "desproporcionada". Por su parte, Pedro Sánchez ha evitado pronunciarse: “El PSOE tiene muy claro que España cuenta con un estado social de derecho y creemos en la separación de poderes. No me pronuncio sobre las decisiones judiciales que me gustan más o me gustan menos".

Aitor Esteban del PNV, otrora sustento de los Presupuestos Generales del Partido Popular, también se ha posicionado en contra de las encarcelaciones.

El líder del PP en Catalunya, Xavier Garcia Albiol, no solo ha aplaudido la decisión de la juez Lamela, sino que además considera “necesario y urgente” que el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, quien fue puesto en libertad con medidas cautelares, dé "un paso al lado" y "abandone" la jefatura de la policía catalana por su situación "judicial y profesional".

El ministro de Justicia, Rafael Catalá Polo, ha llegado a afirmar que “podemos hablar de políticos presos, pero no de presos políticos”. Unas palabras que casan con la visión de Ciudadanos.