La alcaldía de Barcelona recayó, finalmente, en manos del PSC. Jaume Collboni fue investido el sábado como nuevo regidor de la Ciudad Condal, con los votos a favor de Barcelona en Comú y Partido Popular, en una suerte de pinza contra el independentismo. El primer edil del Ayuntamiento barcelonés ha agradecido a los comunes el “esfuerzo” de permanecer en la oposición para allanar el ‘sí’ de los conservadores. Lo ha hecho ante las cámaras de Al Rojo Vivo, donde ha recriminado a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) que antepusiera un “frente independentista” en lugar de apoyar una opción de “izquierdas”.

Las horas previas al pleno en el Ayuntamiento de Barcelona fueron un tsunami de rumores. Xavier Trias y Jaume Collboni se jugaban la alcaldía, teniendo al Partido Popular y a los comunes como actores principales del partido que se jugaba en la sombra. Negociaciones intensas y bajo secreto de sumario prácticamente, que impidieron hasta última hora esbozar un boceto de lo que podía suceder en el consistorio barcelonés. Así fue hasta que la formación que comanda la exalcaldesa Ada Colau emitió un comunicado. La primera pista de la tarde. Su partido, pasara lo que pasara estaría en la oposición, dando vía libre al apoyo de los conservadores, que estipularon como línea roja que la exregidora no formara parte del nuevo gobierno resultante.

Dicho y hecho. Incógnita despejada y bastón de mando para un exultante Collboni que promete una legislatura social, con la vivienda como pilar fundamental de su acción política y “lealtad” institucional tanto con la Generalitat de Cataluña como con el Gobierno central. “Desarrollaremos un programa que tiene que ver con la justicia social, con la seguridad…”, ha deslizado el regidor en su intervención en Al Rojo Vivo. En definitiva, una gestión orientada a las “preocupaciones” de los ciudadanos. “De eso sí que me voy a preocupar”, ha rematado el socialista.

Rechazo de ERC

Collboni gobernará y lo hará en minoría, aunque esa losa no parece preocuparle lo más mínimo. Una vez más, ha trasladado su agradecimiento al Partido Popular por su “apoyo”, pero en especial a los ediles liderados por Colau, sabedores de que sin el “esfuerzo” realizado se habría investido a un “alcalde de derechas e independentista”.

En cualquier caso, la aritmética del Ayuntamiento daba pie a pocas opciones para conformar Gobierno. O bien se apostaba por un frente común de las fuerzas progresistas o una Corporación de signo conservador o, en su defecto, un “frente independentista”. Collboni ha asegurado en LaSexta que la vía de un Gobierno de izquierdas estuvo abierta. Al menos hasta que los republicanos, con Ernest Maragall a la cabeza, la desecharon en favor de una alianza secesionista con Junts y su candidato, Xavier Trias.

“Barcelona votó progreso y ERC fue el primero que dijo ‘no’”, ha lamentado el flamante regidor de la Ciudad Condal, motivo que refuerza su agradecimiento a los comunes. “Sabían que sin ese esfuerzo hoy tendríamos un acalde de derechas. Han hecho un ejercicio de responsabilidad para evitar un gobierno conservador e independentista”, ha percutido Collboni.

Esfuerzo que no se le puede achacar a ERC, con quienes se ha mostrado especialmente duro. Afea a los republicanos su coqueteo intenso con el candidato postconvergente, apelando específicamente a la “generosidad” del líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa. “Ganó las elecciones y hoy es jefe de la oposición. Incluso ha votado a favor de unos Presupuestos de los republicanos”, ha recordado el regidor barcelonés. Al mismo tiempo, ha instado a los de Maragall “amplitud de miras” y visión de país a la hora de hacer según qué declaraciones, en alusión a la intervención del candidato republicano, que catalogó el acuerdo con En Comú y PP como una suerte de aplicación del 155.

La vía Trias

El candidato de Junts sugirió que el propio Collboni y él mantuvieron conversaciones para alcanzar un acuerdo de gobierno e incluso deslizó que el líder de los socialistas en Barcelona puso sobre la mesa un reparto del bastón de mando bianual. Dos años para Trias, otros dos para el flamante alcalde. Ofrecimiento que el propio Collboni no ha desmentido. “Nos reunimos e intercambiamos punto de vista, pero el resultado de esos encuentros no llevó a buen puerto y Barcelona tiene un alcalde socialista”, ha resumido.

Collboni enmarca estas reuniones en las fronteras de la “aritmética plenaria”, pues ambas opciones sumaban un total de 21 ediles. “Sólo había dos vías: o la de izquierdas con ERC o con Junts”, ha argumentado el regidor socialista, al tiempo que remarcaba que era su “obligación democrática” explorar una vía junto al vencedor de los comicios, a quien, por cierto, ha evitado “valorar” tras su salida de tono en el pleno constituyente. “Le tengo el máximo respeto personal y político”, ha resaltado el dirigente del PSC, al tiempo que ha abogado por tender su mano a todas las fuerzas políticas, “a excepción de la ultraderecha”.