Los votos del PP y de los comunes de Ada Colau han servido para alzar a Jaume Collboni a la alcaldía gracias al giro de última hora de la formación de la exalcaldesa. El responsable popular, Daniel Sirera, ha sido el primero en justificar su decisión, que ha calificado como un gesto en el que pone por delante a Barcelona, la ciudad que le ha enseñado siempre “a cumplir con su palabra”. “Estoy aquí para decir a la ciudadanía que he cumplido con mi palabra. No haría alcalde a un separatista ni permitiría que los comunes fuesen al gobierno municipal”, ha destacado.

En su discurso, ha señalado que quiere “ayudar a que Barcelona vuelva a encenderse”, por lo que ha hecho gala de un “ejercicio de responsabilidad”. “Hemos hecho alcalde a un candidato que no es separatista y que ha demostrado su amor por Barcelona; y que se ha comprometido a trabajar con nosotros para que la ciudad vuelva a ser aquella que nos maravilló”. “Estoy convencido de que no son palabras solo electorales -las del partido de Colau y las de Collboni-, sino que se cumplirán de ahora en adelante”, ha añadido.

Sirera ha hablado después en clave de elecciones generales, haciendo hincapié en que no es “tan fácil” para su grupo hacer alcalde a un socialista. “Pero lo hemos hecho porque siempre he dicho que priorizaríamos los intereses de Barcelona por encima de los nuestros y de nuestro partido”.

Asimismo, ha puesto la “responsabilidad”, sobre Collboni; quien “ahora debe formar un gobierno que devuelva la ilusión a la gente y el que aquellos a los que señaló en campaña como causantes de todos los males, los comunes, no estén”: “Esto no es un apoyo para que repita lo de los últimos años, sino para que mire por Barcelona”.

Ada Colau, a Trias y el alcalde

La última alcaldesa de Barcelona se ha despedido del cargo entre pitos y abucheos por parte de quienes han seguido el pleno desde la plaza del Ayuntamiento.

El inicio de su discurso ha estado dirigido a Vox. Para la líder de los comunes, la extrema derecha “tiene derecho a estar ahí”, pero “no piensa normalizar su presencia, sus políticas y sus constantes atentados contra las mujeres y los migrantes”. “Como persona feminista que pertenece al colectivo LGTBI les diré que no seremos amables con ellos”.

Colau ha reconocido que la sesión “no ha estado exento de atención” y que su propio grupo ha acudido “sin saber exactamente cuál sería el resultado final”, pero dejando claro que “no han formado parte de ningún acuerdo con ningún partido”.

La que ha dejado de ser regidora de la Ciudad Condal ha recordado que ellos “van directos a la oposición”, pero “no porque lo diga el PP, sino porque es lo que ha votado la militancia”: “No hemos formado parte de ningún acuerdo con ningún partido”.

A renglón seguido se ha referido directamente a Trias, a quien ha dejado claro que sus modelo de ciudad “son diferentes”: “La CIU del 3% no debía volver a este Ayuntamiento. Ustedes respetan a las élites de esta ciudad. Ustedes permiten gobernar a una fascista y racista en Ripoll”.

“Nosotros hemos votado al señor Collboni sin ilusión, pero como la política es servir a la ciudadanía, defendiendo aquello de lo que creemos, no dejaremos de luchar por el objetivo de un pacto de izquierdas”, ha emplazado.

Después se ha lanzado un “regalo envenenado” a quien deja el bastón de mando: “Quería un pacto de coalición secreto para recibir los votos del PP. Espero que no haya ningún otro pacto secreto, porque nuestros votos son un regalo envenenado, con diez regidores es imposible gobernar Barcelona”.