Las aguas bajan turbias por Génova 13. Cataluña ha ignorado al proyecto de Alejandro Fernández y le arrebata un escaño. El Partido Popular tendrá un asiento menos en el Parlament de Cataluña del que sacó Xavier García Albiol en las elecciones de 2017. Un nuevo fracaso arroja un silencio atronador de dos de los rostros más representativos de los conservadores: Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado.
Génova quiso explotar el tirón de la presidenta madrileña entre las masas conservadoras durante la campaña. Ayuso estuvo muy presente en una carrera de fondo contra Vox que, finalmente, ha perdido con creces.
Más presente que Ayuso, por supuesto, estuvo Pablo Casado. El presidente del Partido Popular, sabedor de la importancia de estos comicios, fue el cabeza de cartel en gran parte de los mítines de Alejandro Fernández por las diferentes provincias catalanas. Hizo prácticamente suya la campaña, con un final trágico.
Casado, ahogado por Luis Bárcenas durante la campaña y ahora por el pueblo catalán tras su paso por las urnas, apenas ha dado la cara tras un duro batacazo. Sólo esbozó un somero análisis parapetado tras la foto de perfil de su Twitter. El líder del PP felicitó a Salvador Illa por la victoria en los comicios, pero no hubo un atisbo de autocrítica.
El presidente de la tocada formación conservador se diferenció de la presidenta madrileña, al menos, en un tuit, pues Ayuso ni siquiera se ha pronunciado al respecto. Un atronador y llamativo silencio que augura tiempos difíciles en Génova y, por supuesto, esbozan un cerco cada vez más estrecho sobre Pablo Casado.
