Un constitucionalista ha vuelto a ser el candidato más votado en Cataluña. Sin embargo, una vez más, el independentismo se ha impuesto como la opción principal para el electorado catalán gracias a la obtención de 74 escaños. Doble lectura pero futuro sencillo de prever. Ganar en votos y escaños no es sinónimo de gobernar. El verdadero ganador de unos comicios es quien consigue formar un Ejecutivo viable. Que lo haga Salvador Illa, resulta complicado. Tal y como han reflejado los resultados de este domingo, la llave del futuro la tiene ERC (33 escaños) tras haber conseguido imponerse a Junts (32 escaños) como partido hegemónico en el independentismo. 

Con estos resultados, los republicanos tienen ante sí dos vías. O pactar con la derecha en pos de un Gobierno independentista o seguir su espíritu progresista y buscar un pacto de izquierdas. Zambullirse otra vez en el camino de la ruptura con España, algo que ha beneficiado muy poco a los ciudadanos catalanes y que tras años de procés el camino avanzado es mínimo; o por el contrario, trabajar por hacer llegar las políticas sociales a la ciudadanía. Vía unilateral o Educación y Sanidad. 

Días antes de las elecciones, los republicanos firmaron un pacto anti-PSC con el resto de partidos independentistas: “ERC tiene palabra. ERC no dice una cosa diferente en campaña electoral que después", señaló Pere Aragonés en plena campaña electoral. Todo el mundo sabe que una cosa es la campaña electoral y otra es la realidad tras las elecciones. Por tanto, es todavía una incógnita qué camino elegirá Pere Aragonés.

Las cifras de Junts evidencian la pérdida de poder entre el electorado catalán. Quizá la elección de Laura Borrás como candidata, con la sombra de la corrupción acechándola, haya sido un error por parte de un partido que ya es insignificante en el Congreso español y cuya influencia puede desaparecer de un futuro Gobierno autonómico. Otro error de la derecha independentista ha sido la escisión del PDeCAT. Quién sabe si de ir juntos, el destino de los conservadores hubiera sido otro. Los votos a Chacón podrían haber dado la presidencia a Borrás

En cuanto a la CUP el resultado ha sido fantástico y ha conseguido doblar los escaños obtenidos en 2017. Con 9 escaños podrán exigir con más poder a ERC que busque el entendimiento con Junts, a pesar de las evidentes diferencias ideológicas con el partido de Quim Torra. Porque el partido radical antepone la ruptura con España a cualquiera de sus valores fundacionales.