Las elecciones catalanas de este domingo han dejado a un claro perdedor: Ciudadanos. La formación naranja ha perdido en cuatro años la friolera de 30 escaños, pasando de ser el partido más votado a ser los penúltimos, solamente por encima del Partido Popular.

"No hemos sabido movilizar al electorado constitucionalista como nos hubiera gustado", ha señalado el candidato de Ciudadanos a la Generalitat, Carlos Carrizosa. Por su parte, Inés Arrimadas ha destacado que "el independentismo sale reforzado" de estas elecciones, y ha lamentado el bajo porcentaje de participación.

Ciudadanos y Carrizosa llegaban a las elecciones siendo conscientes de que sufrirían una gran derrota en los comicios, pero se mostraban esperanzados en poder resistir ante el ascenso de Vox, para seguir siendo el partido con más peso en Cataluña de la derecha española.

El fracaso ha sido tal, que la presidente de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha convocado una reunión urgente de la Ejecutiva nacional del partido este lunes por la tarde para analizar el descalabro electoral en Cataluña.

Un hundimiento que vuelve a confirmar el error que cometió Ciudadanos y especialmente Albert Rivera en su viraje hacia la derecha, dando alas a Vox, que finalmente ha acabado pasando de manera clara por encima de los naranjas.

El PP no aprovecha la sangría de Cs

De la sangría de votos de Cs se han aprovechado tanto PSC como Vox. No así el PP, donde el efecto Ayuso no ha resultado, y los populares han vuelto a ser la formación menos votada, con menos del 4% de los votos, siendo prácticamente cuadruplicados por Vox.

"No hemos logrado los objetivos que nos habíamos marcado. Ni hemos crecido ni tenemos grupo parlamentario, por lo que el resultado es malo", ha lamentado el candidato del PP a la Generalitat, Alejandro Fernández. 

De esta manera, se han confirmado los peores presagios para el PP, que afrontaban las elecciones con el temor de que un pobre resultado (como así ha sucedido) volviera a alimentar las críticas internas hacia Pablo Casado.