El president Artur Mas y la periodista Ana Pastor practicaron anoche un duro ejercicio de esgrima ante las cámaras, esquivándose mutuamente con vigorosos desplazamientos, lo que permitió que, entre otras, dos cuestiones quedaran muy claras: si ganaran los  independentistas, se  sentarían a dialogar con el Gobierno que surja de los comicios generales de diciembre, y con las autoridades de la UE. Y en el caso del nuevo Parlamento español  abriera la puerta a la celebración de un referéndum en Cataluña,  la Generalitat pondría a 0 su cuenta kilómetros.

No y no
El duelo verbal que ofreció anoche el programa “El Objetivo” de la Sexta proporcionó sonoras afirmaciones de quien ocupa el puesto número cuatro de la candidatura Junts pel Sí: Artur Mas se ve como de nuevo como presidente, si gana su candidatura. Es más, dijo que Convergència como partido no tiene problemas de corrupción y que las donaciones que ha recibido son legales, porque fueron a cambio de nada. A su juicio, tampoco se demostrará que han cobrado comisiones a cambio de adjudicaciones de obras públicas, y la mano de Artur Mas no se abrasará sobre el fuego, porque ya la ha puesto en defensa del exadministrador de CDC, Daniel Osàcar.

Pelotas fuera
Estas afirmaciones no convencieron en absoluto a Ana Pastor. Comparó esas drásticas afirmaciones la actitud del PP cuando, cuando mira para otro lado o lo niega si se habla de su contabilidad B o del extesorero procesado, Luis Bárcenas. Al recordarle  la entrevistadora, el apoyo del Grupo Parlamentario Catalán a la Reforma Laboral promovida por el Partido Popular, así como su respaldo a la Amnistía Fiscal, defendida a capa y espada por el ex ministro de Hacienda, Cristòbal Montoro,  el presidente de la Generalitat tiró balones fuera arguyendo con dificultad que no eran materias de competencia autonómica.

El presidente de la Generalitat, entrevistado por Ana Pastor en El Objetivo, de la Sexta. (Foto: Ruben Moreno / Presidencia de la Generalitat)



Escaños o votos
Mas argumentó con más soltura acerca de la capacidad que tendría para tomar decisiones de envergadura, como iniciar un proceso para construir un Estado, si dispusiera de una mayoría absoluta de escaños. “Pero no contarán los votos”, le replicó Ana Pastor. “No se contarán porque no nos han permitido hacer un referéndum como en Escocia”, contra replicó el president, antes de precisar que en unas elecciones a un Parlamento autonómico lo que se elige son los diputados y éstos forman mayorías y minorías en función de sus escaños. Tesis que tampoco convenció a la periodista, porque esta consulta “es diferente; es de carácter plebiscitario.”

Cómo no podía ser de otra manera, la presencia o ausencia de una Cataluña independiente en Europa ocupó varios minutos de la entrevista. Mas no descartó que haya dificultades en la UE, pero en ningún caso expulsión pura y dura. Y respecto a la posible disminución del comercio entre Cataluña y el resto de España, y viceversa, sostuvo que a ninguna de las dos partes le interesa perder tal volumen de compra/ventas. Ante esta última afirmación los floretes ni se movieron.