El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, han acordado hoy la defensa de una PAC con fondos suficientes para hacer frente a los retos del sector agrario.

Page ha insistido nuevamente en la importancia del pacto en defensa de los intereses del campo ante las instituciones europeas, tras el planteamiento de la Unión Europea de aplicar el mayor recorte en la historia de la Política Agraria Común (PAC), que podría suponer “un quebranto muy serio” a la cohesión.

En este sentido, el presidente regional considera que no es legítimo que el aumento del gasto en defensa se haga a costa de debilitar la agricultura europea, ya que eso supondría desproteger a la Unión en lo que más la ha identificado. Así, Page considera necesario mantener el bloque y el volumen global de fondos europeos, ya que lo contrario sería abrir la puerta a quienes quieren “aplicar la motosierra” a la PAC.

El ministro y el presidente han coincidido en la necesidad de defender una política agraria coherente con el mercado único europeo, con financiación comunitaria suficiente para responder a los retos del sector, especialmente en Castilla-La Mancha.

Planas ha trasladado a Page que esta “decepcionante propuesta de la Comisión Europea” es tremendamente compleja, que adolece de falta de información y en la que no queda reflejada la importancia del trabajo de agricultores y ganaderos, que llevan a cabo una actividad “estratégica y esencial” para el conjunto de la sociedad.

Ayudas a la industria agroalimentaria, el vino y las incorporaciones

El Gobierno de Castilla-La Mancha considera irrenunciable en la configuración de la PAC para el período 2028-2034 que se mantenga el presupuesto actual dirigido a ayudas directas, a la producción agropecuaria, el apoyo a la industria agroalimentaria, a las incorporaciones de jóvenes y, por tanto, el relevo generacional en el campo y la ganadería, las mejoras de las explotaciones, el mantenimiento de las ayudas al vino, los fondos de desarrollo rural y el apoyo a la ganadería.

En la parte presupuestaria, el consejero de Agricultura, Julián Martínez Lizán ha mostrado su preocupación por que el abanico de recortes planteado por la Comisión Europea para la futura PAC, dependiendo de las partidas, se mueve en una horquilla de entre el -15 y el -22%, según lo que se ha presentado. A la preocupación por este recorte, el consejero ha añadido que “también nos preocupa seriamente” que no se mantenga un “apoyo decidido y exclusivo a la industria agroalimentaria”, porque perdería competitividad y estaría en situación de desigualdad respecto a otros sectores industriales.

En la enumeración que ha realizado, también ha manifestado que “no podemos permitir ni consentir de ninguna de las maneras” que no se garantice la incorporación de jóvenes “para renovar nuestro sector agropecuario, así como las mejoras en las explotaciones, incluidos los regadíos y las mejoras de maquinaria, y también la Intervención Sectorial Vitivinícola, porque en estos momentos no se considera y supone muchísimo económicamente para la región, pero sobre todo para la supervivencia de nuestras localidades, cooperativas y la industria que lleva aparejada”.

Respecto a la ganadería, el consejero ha explicado que, además de las cuestiones sanitarias en las que se está trabajando, sobre todo “hemos manifestado la necesidad de una planificación estratégica en el desarrollo de la ganadería extensiva, que no solo hace un papel fundamental como actividad económica, sino también en el mantenimiento del medio natural en el que se desarrolla esa actividad y, por tanto, mantiene vivos esos espacios naturales en cuestiones fundamentales como la prevención en la lucha contra incendios”.