El anuncio del Gobierno de España de condonar 4.927 millones de euros de deuda a Castilla-La Mancha ha desatado un debate político entre el PP que, más que en las cifras, parece haberse instalado en la falta de cálculo del líder regional del Partido Popular. Paco Núñez, el presidente del PP de Castilla-La Mancha, ha asegurado en una entrevista en CMM que esta medida "no le ahorra ni un euro a ningún castellano-manchego", repitiendo una consigna que, lejos de ser un análisis económico, se asemeja más a un intento de boicotear cualquier avance que pueda beneficiar a la región.
La realidad es que la quita anunciada supondrá un respiro histórico para las arcas autonómicas, liberando a la comunidad de una carga generada en gran medida durante los años de gestión de María Dolores de Cospedal, que dejó tras de sí un agujero financiero de difícil digestión. Que Núñez se oponga frontalmente a una medida que permitirá a Castilla-La Mancha contar con mayor margen para invertir en servicios públicos, infraestructuras y protección social evidencia, una vez más, que su estrategia pasa por defender los intereses de la dirección nacional de Génova antes que los de sus paisanos.
En sus declaraciones, el presidente del PP regional ha insistido en que la condonación "no hace desaparecer la deuda", como si no entendiera que precisamente de eso se trata: de liberar a la comunidad de una parte sustancial del pasivo que lastra sus presupuestos. Más allá de la literalidad, la oposición de Núñez revela un intento de banalizar una operación de saneamiento financiero que tendrá repercusiones positivas durante los próximos años.
Page defiende, Núñez ataca
Mientras Emiliano García-Page ha celebrado que Castilla-La Mancha esté incluida en el paquete de comunidades beneficiadas por la condonación, exigiendo además que se blinden los criterios de igualdad y no discriminación entre territorios, Núñez ha optado por un discurso negacionista que roza lo absurdo, sosteniendo que perdonar casi 5.000 millones no redunda en beneficio de la región cuando son precisamente las cuentas autonómicas las que dejarán de cargar con ese lastre.
El trasfondo de este debate no es menor: la financiación autonómica y el papel que cada comunidad jugará en el nuevo modelo. Núñez lo sabe, y por eso ha deslizado que la condonación es "la primera piedra para que llegue cuanto antes la financiación singular" que ERC reclama para Cataluña, utilizando el fantasma de los privilegios territoriales como excusa para rechazar lo que beneficia a Castilla-La Mancha.
El Gobierno de Page acusa a Núñez de ser "el único de toda España que no entiende la quita"
Desde el Gobierno regional, la consejera portavoz, Esther Padilla, ha salido al paso de las declaraciones del presidente del PP y ha señalado que Núñez es "el único de toda España que no entiende que cuando te perdonan parte de la deuda, ese dinero puede destinarse a otros ámbitos que favorezcan el progreso en la región".
Padilla ha defendido que los recursos liberados permitirán avanzar en más educación, más sanidad, más dependencia y en el acceso a la vivienda para los jóvenes, entre otras muchas cuestiones. A su juicio, al líder popular "le fastidia" que la región pueda progresar, una actitud que ha tachado de "irresponsable e incoherente".
La portavoz ha precisado, eso sí, que estos fondos no se incluirán en el presupuesto autonómico de 2026, ya que la condonación debe aprobarse por ley en el Congreso de los Diputados antes de que sea efectiva.