Alfonso Fernández Mañueco ha sido propuesto como candidato a presidir la Junta de Castilla y León por el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, de Vox. El anuncio se produjo este viernes minutos después de que el propio Pollán culminase la ronda de contactos con los distintos grupos políticos con representación en el parlamento autonómico. También ha anunciado que la sesión de investidura se producirá el viernes 25 o el lunes 28 de marzo. Con las negociaciones todavía en marcha, el Partido Popular regresará a la presidencia probablemente con el único apoyo de la ultraderecha.

Tras llegar a un acuerdo con Vox para la constitución de las Cortes y la Mesa, y darle la presidencia a los de Santiago Abascal, el Partido Popular continúa con las negociaciones por el reparto de las consejerías. Las quinielas apuntan que Vox gestionará los departamentos de Agricultura, Cultura e Industria, además de la vicepresidencia para el polémico candidato Juan García-Gallardo.

Al tiempo, el resto de formaciones que conforman el arco de las Cortes de Castilla y León han anunciado su rechazo a la candidatura de Mañueco. Claro que sin ningún efecto, ya que la unión de ambas fuerzas supera los 41 escaños que otorgan la mayoría absoluta. Luis Tudanca, secretario general del PSOE autonómico, ha confirmado el voto negativo de su grupo. Lo ha hecho calificando de “día para la infamia” la jornada de constitución de las Cortes en la que PP y Vox comunicaron su pacto.

Tanto UPL como Soria ¡Ya!, que registraron un grupo propio el pasado miércoles, también han mostrado su negativa al presidente. Por un lado, Luis Mariano Santos, de UPL, sentenció que la orientación de su grupo era la del no basándose en “dos razones fundamentales”: el pacto con la ultraderecha y el político al que ven “claramente responsable” de las políticas aplicadas en la comunidad en los últimos años. “Es un acuerdo tan vacío tan vacío, con puntos vagos sin concreción absoluta que no permiten ser optimistas sobre lo que se va a llevar a cabo”, dijo.

Por el otro lado, Soria ¡Ya!, que venía insistiendo en que no serían necesarios si el pacto con la ultraderecha se fraguaba, ha remarcado esta postura. Ángel Peña, su portavoz, ha insistido en que no se les necesita, pero confían en que puedan “dialogar y conseguir cosas concretas para Soria” con el Ejecutivo que se conforme.

El Grupo Mixto también opta por el ‘no’

El Grupo Mixto, conformado por Unidas Podemos, Ciudadanos y Por Ávila, también ha anunciado su no al candidato del PP. Recientemente han llegado a un acuerdo para rotar la portavocía entre Pablo Fernández y Francisco Igea y los tres han anunciado tras las reuniones mantenidas que no apoyarán al popular, por lo menos de momento.

Desde Unidas Podemos, Pablo Fernández ha sido especialmente tajante con su “no rotundo” a la investidura de Mañueco como presidente de la Junta al estar “en las antípodas ideológicas” de su partido y por defender modelos distintos. Pedro Pascual, el líder de Por Ávila, ha manifestado que prevé que dirá no a la investidura, advirtiendo de que en esta legislatura será “más reivindicativo” con los problemas de su provincia.

Por último, Francisco Igea, que en la anterior legislatura fue el vicepresidente del Ejecutivo que Ciudadanos firmó con el Partido Popular, ha sido el único procurador de Ciudadanos en conseguir representación en las pasadas elecciones del 13 de febrero y ha reconocido que se ha “negado a validar” el acuerdo de propuesta de Gobierno entre Mañueco y García-Gallardo. “Nos negamos a validar un acuerdo inexistente. No hay ningún ciudadano que entienda en qué consiste el acuerdo firmado entre Mañueco y García-Gallardo. Lo he leído tres veces, pero no lo entiendo. Estamos a favor del bien y en contra del mal, pero no hay ni una sola medida ni iniciativa concreta”, ha reprochado. Además, también ha advertido a Carlos Pollán de que será “la peor de sus pesadillas”, sobre todo en las políticas de derechos y libertades que se pongan en marcha en las Cortes.

Vox, apoyo seguro y carteras en mano

La única situación que alejaba a Alfonso Fernández Mañueco de la necesidad de convocar elecciones era la del pacto con Vox. El PP se encuentra en la encrucijada de gobernar con la ultraderecha o no gobernar, y la respuesta la ha tenido clara. Este pacto que ya se hablaba en la campaña electoral y que en la noche electoral ya se hizo todavía más claro, aunque han pasado semanas en las que se ha intentado escurrir el bulto, se comunicó a última hora el mismo día en el que se constituían las Cortes. La incógnita que queda por desvelar es qué consejerías cede el Partido Popular a la extrema derecha en la primera vez que entra en un Gobierno desde la Transición.

La suma entre ambas formaciones es clara, los 31 procuradores del PP y los 13 de Vox superan con amplia ventaja los 41 que marcan la mayoría absoluta. El candidato de Vox ya anticipó que pediría “tres o cuatro” carteras, además de la vicepresidencia, ya que no se consideraban menos que Ciudadanos. Entre los departamentos que el PP puede ceder y que más suenan en las quinielas son Agricultura, Cultura e Industria, aunque los ultras también tendrían especial interés en Educación o Familia.