La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, ha llamado "racista" al Partido Nacionalista Vasco (PNV) tras los cánticos racistas contra Vinicius el pasado domingo durante el Real Madrid-Valencia.

Ayuso ha asegurado que el asunto se "está utilizando y que muchos dirigentes políticos de otros países empiezan a acusar a España de ser un país racista". "Yo lo niego", indicaba rotunda Ayuso en una entrevista concedida a EPE. "Claro que hay conductas racistas también en la política. Las hay en el PNV, es fundamento del Partido Nacionalista Vasco, ahí lo llevan", añadía.

Así, Ayuso ha invitado a "erradicar conductas de odio" poniendo como ejemplo la intentona de agresión a los afiliados del PP que se encontraban en la sede local de Móstoles por parte de dos personas que "entraron violentamente". 

Sin embargo, Ayuso destaca que "hay ciudadanos de todos los rincones del mundo y de todas las razas" que pueden ser "cantantes queridos, artistas influyentes", escritores y periodistas "muy seguidos". 

Las palabras de Ayuso han vuelto a tener revuelo en el PP Vasco. Tras conocerse las palabras de Isabel Díaz Ayuso, el líder del PNV, Andoni Ortuzar, ha calificado de "injusticia" y "salida de tono" que la dirigente popular haya aprovechado el caso de los insultos al jugador de fútbol para acusar a la formación vasca de racismo.

Ya el pasado domingo el lehendakari, b aseguraba estar realmente "sorprendido" con las afirmaciones que el sábado realizó en Bilbao la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel DíazAyuso, a la que pedía que dejara de lanzar "mensajes tóxicos" en Euskadi y recordaba que la vasca es una comunidad "puntera" en el Estado.

Urkullu, que aportaba "datos reales" sobre la diferencia del paro o las inversiones en el País Vasco y Madrid, exigía a Ayuso que dejara de asegurar que el PNV quiere "anexionarse" a otros territorios, y criticaba que beneficiara con sus discursos a EH Bildu, que todavía "tiene mucho que reconocer".

Durante su intervención en un acto electoral en Eibar, el presidente del Gobierno Vasco afirmaba  que el PNV se toma "muy en serio" las campañas electorales y él en sus discursos intenta reflejar "una visión realista y constructiva del futuro".

"No al racismo"

Tanto el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, como la presidenta regional lanzaban este mismo martes un grito de "no al racismo" afirmando que España es "un país de acogida", en las recepciones oficiales al Real Madrid de baloncesto por la conquista de la undécima Euroliga de baloncesto.

"Tenéis toda la solidaridad de la ciudad de Madrid, no al racismo y la xenofobia, no podemos tolerar comportamientos de estas características. No podemos tolerar que haya insinuaciones sobre que posibles conductas puedan alentar estos comportamientos", indicaba el primero. Por su parte, DíazAyuso agradeció en la Puerta del Sol el trabajo del club blanco y de Florentino Pérez por "poner a raya cualquier actitud violenta e intolerante". "En esta polémica, al margen de conductas racistas, España no lo es, es un país de acogida y apertura, como esta región", subrayó la presidenta madrileña.

Caso Vinicius

El pasado domingo, el delantero del Real Madrid recibió numerosos insultos racistas en Mestalla, el estadio del Valencia. El brasileño publicó un vídeo a través de su cuenta de Instagram en el que recopilaba los insultos recistas que ha recibido en varios estadios españoles a lo largo de la temporada.

El caso traspasó las fronteras españolas con especial atención en Brasil. Lula da Silva comenzaba una rueda de prensa en el G7 hablando del partido y posteriormente el Cristo Redentor, máximo símbolo Río de Janeiro y el país, se quedaba a oscuras durante una hora en la noche del lunes en solidaridad con Vinicius.

Finalmente, el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) clausuraba este martes durante cinco partidos una de las gradas del Estadio de Mestalla por los incidentes del pasado domingo, multaba con 45.000 euros al club y debaja sin efectos la roja mostrada a Vinicius.

Además, LaLiga solicitará tener más competencias sancionadoras para poder ser "más ágiles y eficaces en la lucha contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte", donde LaLiga lleva años "liderando la detección y denuncia" de estos comportamientos en los estadios de fútbol, pero sintiéndose "impotente" al observar cómo terminan sus denuncias.

"Apesar de su intensa y continuada lucha contra la violencia y el racismo hasta donde alcanzan sus competencias (a día de hoy, de acuerdo a la legislación española, limitadas a detectar y denunciar los hechos que se producen), LaLiga siente una tremenda frustración por la falta de sanciones y condenas por parte de los órganos disciplinarios deportivos, las administraciones públicas y los órganos jurisdiccionales a los que se denuncia", apuntaban en un comunicado.