El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha decretado el cierre parcial de Mestalla tras los insultos racistas a Vinicius. Concretamente, el órgano sancionador ha clausurado durante cinco partidos la grada Kempes del estadio de la ciudad del Turia, aquella desde la que se profirieron los inadmisibles exabruptos contra el jugador brasileño.

Este es el castigo que el organismo ha decidido aplicar como consecuencia del bochornoso episodio del pasado domingo. Lo ha hecho tras una reunión que finalizaba en la noche del martes y de la que salió la resolución que impone la sanción. Esta última recoge otros hechos que sucedieron en el partido que enfrentó a Valencia y Real Madrid por parte de varios aficionados del equipo local, como el lanzamiento de objetos.

Tras recabar toda la información que se tiene hasta el momento, Competición ha implantado también una multa de 45.000 euros al club lo que, sumado a la clausura de la grada donde ven los partidos algunos radicales del ches ha convertido la sanción en histórica, al ser la más dura que ha recibido un equipo por el comportamiento de sus aficionados.

Además, el comité dejó sin efecto la expulsión del jugador afectado, quien vio la tarjeta roja por una trifulca con Hugo Duro de la que el sistema de videoarbitraje (VAR) ofreció solo la imagen en la que se ve el golpe de Vinicius al jugador valencianista y no cómo éste le agarra previamente del cuello.

La resolución de Competición recoge claramente la manera en la que el futbolista visitante “señaló a uno o varios espectadores de la Grada Mario Kempes indicando: ‘Me ha llamado mono’ e hizo “gestos con las manos emulando a un mono”. Y sigue: “Mientras ocurre dicho incidente, se corean disantos cánticos. Entre ellos está el siguiente: ‘Madridistas hijos de puta”.

“Además, un espectador gritó lo siguiente: ‘Puto negro, que eres un idiota’, ‘Me cago en tus muertos’, ‘Vinicius idiota’, ‘Puto negro hijo de puta’…” y así continúa el documento con un largo etcétera de comentarios totalmente fuera de lugar y racistas, además de un sonido que emulaba el de un mono: “Uh, uh, uh”. Concluye esta parte del escrito que tras la expulsión del futbolista toda la grada llevó a cabo un cántico, el de “Mono, mono”, que derivó a “Tonto, tonto”.

El acta del árbitro del encuentro, De Burgos Bengoetxe, fue decisivo para la decisión de Competición, ya que reflejó en el anexo del acta los insultos de un aficionado que llamó “mono” al jugador.

El Valencia, en “desacuerdo” con la “injusta” decisión

En el día de ayer también fueron detenidos tres jóvenes -después fueron puestos en libertad- que habían sido identificados por lo ocurrido el pasado domingo. Anteriormente, el club valencianista señalaba que ya había identificado a un aficionado y que estaba trabajando con las autoridades para hacer lo propio con el resto de implicados y expulsarles “de por vida” de Mestalla.

Sin embargo, el equipo emitió un nuevo comunicado al conocer los derroteros del comité en la que tachaba de “injusta” y “desproporcionada” la sanción. En las mismas líneas denuncia que las pruebas que manifiesta la Federación “contradicen a lo que dice la Policía Nacional y LaLiga” y que “se basa en pruebas que el Club no ha podido ver” sin que se les dé “trámite de audiencia”.

El Valencia CF ha condenado, condena y condenará de la forma más enérgica cualquier acto de racismo o violencia. Estos comportamientos no tienen cabida en el fútbol ni en la sociedad y seguiremos actuando de la forma más tajante para erradicar esta lacra. Por este motivo, el Valencia CF está colaborando desde el primer minuto con la Policía y todas las autoridades pertinentes en esclarecer los hechos acontecidos el pasado domingo. Además, ha aplicado la máxima sanción posible con la expulsión de por vida de nuestro estadio a los aficionados que la Policía ha identificado por sus comportamientos racistas

Por esta razón consideramos que penalizar y privar de poder ver a su equipo a todos los aficionados que no estuvieron implicados en estos lamentables incidentes es una medida totalmente desproporcionada, injusta y sin precedentes contra la que lucharemos.

La lucha contra el racismo requiere del compromiso real de todas las partes implicadas sin utilizarla como pretexto para incurrir en graves injusticias. El Valencia CF recurrirá hasta la última instancia el cierre de la Grada de Animación, una sanción que considera totalmente injusta y un agravio más en las últimas decisiones disciplinarias que se han tomado en contra del Club. El Valencia CF pide el máximo respeto y rigor por nuestra institución y aficionados.

JUNTOS CONTRA EL RACISMO.