Tal y como publicaba este medio, el pasado mes de septiembre el Gobierno de Asturias avanzaba que estudiaría los contratos que tenía con la farmacéutica israelí Teva Pharma, en respuesta a la petición de la diputada del grupo mixto, Covadonga Tomé, que reclamaba la rescisión de las relaciones con las compañía por la masacre en Gaza.
El Ejecutivo autonómico se comprometía entonces a analizar estas relaciones contractuales, que ascendían a miles de euros, ya que esta compañía internacional es adjudicataria de un concurso público para la adquisición de una serie de fármacos; y en concreto para este año el importe asciende a 548.093 euros.
Estudiado el asunto, el Servicio de Salud del Principado (SESPA) ha decidido no prorrogar los contratos de compra y sacar a licitación de nuevo los fármacos, ya que hay alternativas en el mercado.
El Gobierno ha aprovechado la finalización de dos de los acuerdos, uno el 30 de septiembre, cuando se cumplía la cuarta y última prórroga, y otro el14 de noviembre, para romper relaciones con la multinacional.
Lo mismo hará, previsiblemente, el próximo año, cuando terminan otros dos compromisos, uno el 31 de enero y otro el 31 de julio. No obstante, en el primero de los casos, la consejera de Salud, Concepción Saavedra, ha hecho un llamamiento a "ser cautelosos", pues para este fármaco empleado en el tratamiento de enfermedades renales, el Tolvaptan, solo hay una alternativa en el mercado.
Saavedra ha explicado que la opción más eficiente para dejar de adquirir medicamentos de Teva Pharma es dejar que los contratos finalicen, en lugar de optar por su anulación o resolución, pues es un proceso más ágil y evita pagos añadidos a la administración. "Evita indemnizaciones y permite al SESPA preparar nuevas licitaciones con tiempo suficiente", ha indicado.
Covadonga Tomé pidió hace dos meses al Gobierno del Principado que resolviese todos los contratos con empresas que, directa o indirectamente, realizaran actividades comerciales o económicas "en asentamientos ilegales en territorios palestinos ocupados", como es el caso de los que tenía suscritos el SESPA con la farmacéutica Teva Pharma.
El Ejecutivo regional se comprometió a estudiar el asunto, subrayando que era importante analizar las condiciones contractuales para no comprometer recursos públicos, ni la salud de los pacientes.
La necesidad de romper las relaciones comerciales con Israel ha sido y es uno de los grandes debates que rodean la masacre de gaza, pues mantener estas conexiones implica un grado de complicidad indirecta con las políticas genocidas de Benjamin Netanyahu.
Sin embargo, intereses geopolíticos, económicos y sociales, hacen que la mayor parte de los gobiernos y administraciones rehúyan de esta compleja decisión. La presión económica se ha utilizado a lo largo de la historia y se sigue empleando como herramienta legítima para exigir el cumplimiento del derecho internacional y frenar dinámicas de violencia, cuando los mecanismos diplomáticos tradicionales y las sanciones han resultado insuficientes. Con Israel, aunque se ha defendido la suspensión de acuerdos y la imposición de aranceles, la ruptura total nunca se ha contemplado.
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