Los pactos de Gobierno del PP con Vox en comunidades autónomas y ayuntamientos han puesto en la diana de sus políticas, la derogación de cualquier normativa existente sobre Memoria democrática y, por ende, a los propios memorialistas y los colectivos. La amenaza pende ahora sobre Extremadura y la Ley de Memoria de la región que aprobó el Ejecutivo socialista anterior de Fernández Vara. El pacto que llevó a la presidencia a la popular María Guardiola, tuvo que entregarse a la extrema derecha para poder gobernar y que no lo hiciera la lista más votada, la socialista en concreto. A partir de ese momento, de la cesión de la presidencia a Guardiola, Vox decide buena parte de la política autonómica extremeña. Ahora, toca derogar la ley de Memoria Democrática y así será, aunque intentará vestirse de argumentos falsos, cuando no falaces.

Moreno Bonilla no recibe a las víctimas

En el territorio colindante, Andalucía, también gobierna el PP y también heredó una Ley de Memoria Democrática de ámbito regional. Sin tener que depender de Vox, y eso es más grave aún, el PP ha dejado aparcada la política memorialista en la que tiene competencia y, desde hace 5 años, Moreno Bonilla, ha dejado como un asunto secundario la reparación y justicia de las víctimas del franquismo. Como dato palmario, el presidente de la Junta de Andalucía no responde a los familiares, tras un lustro de llegar al gobierno.

Solidaridad de los memorialistas andaluces con los extremeños

Con esa experiencia, la Coordinadora Andaluza por la Memoria Histórica y Democrática se ha sumado a la defensa de la actual Ley de Memoria Histórica y Democrática de Extremadura de enero de 2019, que el gobierno de PP y Vox en la comunidad quiere derogar. “Enviamos todo nuestro apoyo a las entidades memorialistas extremeñas y los animamos a que continúen con las protestas, para que se escuche su denuncia”, ha señalado Esteban Garrido, presidente de la Coordinadora.

Ley de la “mal llamada” Concordia en Andalucía

Garrido ha recordado a sus compañeros memorialistas extremeñas como “en Andalucía ya tuvimos un episodio similar, con el añadido de un proyecto de Ley mal llamada de la Concordia, que no fue más que un insulto a las víctimas por parte de ambas formaciones de la derecha. Al igual que seguimos sufriendo el abandono por parte de la Junta y el ninguneo del propio presidente que ni siquiera responde a los familiares, cinco años después de llegar al gobierno”.

El deber de Memoria

“Su único interés es seguir obviando una parte de nuestra historia reciente, manteniendo en el olvido a las víctimas, y con ello, su lucha por la democracia y las libertades”, Garrido lamenta que “en una democracia avanzada como la de España, sorprende que tengamos una derecha incapaz de reconocer las directrices de derechos humanos de los organismos internacionales, y se cuestione permanentemente el deber de Memoria desde diferentes territorios cuando gobiernan”.

En este sentido, la Coordinadora ha mostrado su defensa férrea a la ley de Memoria de Extremadura y el rechazo más absoluto de la utilización que hace el PP y Vox de la Memoria como arma arrojadiza “justo en sentido contrario a la Concordia, sin importarle ni las víctimas, ni la historia, ni la democracia”.